14 febrero 2006

Un feliz día de san valentín...

Uuuy sí, lindo muy lindo. El día estuvo cargado de estática, de una extraña tensión que me invadía, porque... no sé porqué, lo único que sé es que estoy agotado y no sé de qué; que estoy aburrido a pesar de haber estado fuera de casa hasta las seis de la tarde.


Siento como si algo no estuviera en su lugar, como cuando te sientes mal de la panza porque comiste mal, o como cuando te duele el pecho después de haber corrido una gran distancia... algo así. De pronto me doy cuenta de que estoy ido. Ni siquiera me fluyen ideas a la cabeza en este momento, no claras, al menos. Y duele saber que no hay más historias que contar....


Bueno, pues o acepto mi realidad y este 14 de febrero tan sui generis o pretendo que nunca pasó y retraso mi calendario dos días, hasta el jueves, cuando festejemos ... lo que sea que vayamos a festejar.


Pero tú me conoces, sabes que mi día no fue trágico, yo puedo serlo, y sin embargo encontrar el momento luminoso: el gesto que tú hiciste al recibir a mi amiga; eso me alegró mucho, de verdad; y después de todo, tu sonrisa valió la pena. Dios te guarde, señorita.

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