30 abril 2007

Chata

Esperó tener un hermano con todo su corazón. Tres veces falló el presentimiento y el deseo se frustró con la crueldad que la vida -aparentemente- la ha tratado desde entonces. Pero a fin de cuentas ella no perdió la fe y el Señor escuchó su plegaria. Tenía 13 años cuando yo vine al mundo y los dos fuimos felices: Yo, de estar vivo; ella, de tenerme ahí. Pero, ¿Quién es esa mujer que llamo hermana?

Nació el 29 de abril de 1971, pero fue registrada como nacida el día del Niño. Y desde ahí se firmó su destino para que su inocencia y candor no se perdieran más. Vivió la primera etapa del matrimonio de mis padres: las luchas, los cambios sociales de la década de los ochenta en el magisterio, los viajes incansables por el sur mientras se establecían. Mis padres trataron de hacer lo mejor posible con ella, eran padres primerizos y ella tuvo que cargar con muchos de sus aprendizajes por la vía del ensayo-error.

Durante un tiempo se vio en la necesidad de vivir en casa de mis abuelos paternos. Algo no funcionó con la relación entre ella y mi abuela. No sé exactamente cómo o qué fue; pero mi hermana no alberga muchos recuerdos felices de aquellas épocas. Acaso lo más agradable sean los momentos en los que, con mi padrino Benjamín en la guitarra, cantaba "Yellow Submarine".

Cuando vino la época del despertar, la transición fue dura para madre e hija. Mi madre tenía un carácter recio, templado; y mi hermana probó su poca docilidad adolescente. Este choque tendría, a la larga, extensa influencia en el desarrollo de mi hermana como madre. Cuando terminó la secundaria no quiso estudiar el bachillerato.

Luego de un tiempo estudiando en Miahuatlán, mi madre le pidió que fuera a Oaxaca para estudiar secretariado. Ese periodo cambió su vida completamente.

Una joven alegre, bondadosa, generosa y febril ante una ciudad que -eran principios de los 90's- ofrecía muchos más horizontes que el pequeño lugar que Miahuatlán era: ése puede ser el retrato de mi hermana a sus 18 años. Conoció a un muchacho en un baile, se llamaba Roberto y -tal vez- el flechazo fue inmediato.

Después de tres años de noviazgo y un drama familiar que quebró a mi clan, se casó en el pueblo en agosto de 1992. En octubre del año siguiente nació su hija. Lendy vino a colmar un proyecto de vida que mi hermana había trazado desde tiempo atrás. Con todo y las irregulares situaciones que su antiguo clan podría haber visto, ella era feliz en aquel nuevo ambiente.

Pasó un tiempo y, aunque las asperezas no se limaron, la familia de mi hermana vino a vivir con nosotros en la casa de Oaxaca cuando yo vine a la prepa. El experimento duró hasta que yo me fui al seminario. El día en que mi sobrina hizo su primera comunión, mi cuñado decidió que era mejor que estuvieran en casa de su madre. Ahí han estado desde hace ya casi seis años. Su matrimonio aún no se establece por completo, hay muchas carencias, tal vez haya heridas que sólo ella conozca.

Ante todo, mis padres -yo mismo- han mantenido una actitud de respeto, una distancia como la que un niño pone entre él y una olla caliente después de haberla tocado. Todos hemos sufrido suficiente, no queremos poner más heridas en un cuerpo que tal vez no las resista. Muchas cosas en nuestra relación penden de un fino hilo, mejor no moverle por ahora.

Hoy le hablé para felicitarla por su cumpleaños. Se mostró hermética. No sé bien qué hacer, qué sigue. Ella cuenta con mi apoyo, pero si no lo pide, ¿qué caso tiene? Ya vendrán otros tiempos, es lo que siempre me digo cuando pienso en ella.
(La foto se tomó el 6 de marzo pasado)
Por lo pronto. Ella es mi hermana.

28 abril 2007

Sabatto

Things we said today:

No me gustan las fiestas, sobre todo cuando mi ojo me está dando tanta guerra como lo hizo hoy. (Ahora estoy mucho mejor y por eso estoy escribiendo en la computadora) Cuando era niño, mis padres tenían que ir a algunas fiestas porque sus compañeros maestros los invitaban; ellos iban pero yo me quedaba en casa, solo. Siempre he preferido la solitariedad, soy hasta cierto punto un chico uraño.

Tengo que reconocer que cuando se trata de fiestas de XV años soy más reticente. No me parece normal que sigamos una tradición tan vieja y descontinuada. Digo, mucho podrán apelar a las buenas costumbres o a la ilusión que esta fiesta representa para la "adolescente promedio"; pero sinceramente no le encuentro ni sabor, ni sentido. Hoy tuve que asistir a una. El próximo fin de semana, a otra. Como dice mi querida Boop: "puaag!"

Demasiada zalamería, muchos recovecos y todo para qué... No sé... no me acaba de convencer eso de las fiestas de quince años. Pero en fin, yo ya pasé por los 15 y salí ileso :) jajjajajaja. No, pensándolo bien, no salí ileso y por eso estoy aquí. Yo también fui uraño y serio a esa edad.

No niego la cara de felicidad que ostentaba la quinceañera, -y muchas otras quinceañeras que me ha tocado ver- pero a mí no me acaba de convencer. Presentación en sociedad, ¿cuál sociedad? Digo, la sociedad ya la conoce, siempre hace los mandados en el pueblo, ¿no? Ja, ja, ja. La edad de la inocencia: mmmm, tendríamos que valorar y precisar el concepto de conciencia. Y en cuanto a la idea de que "se convierte en mujer", pues sinceramente yo creo que fue mujer desde siempre y para siempre. Una niña es también una mujer. No sé, ya empecé a desvariar.

Suficiente con eso.

====


Que Carolina se casó. Sí, sí... la misma monita con patas que puse alguna vez por aquí en una foto. Eso me dijo Chucho. Es curioso, al final del asunto, me acabo enterando de su vida por terceros. Una verdadera pena. No me duele, pero me desconcierta un poco porque supuse que pudo haber sido amiga mía, ¡qué barbaridad! Las cosas que se imagina uno.

====

La semana pasada estuve durmiéndome como mínimo a las 3 de la mañana. (Luego por qué se enferma uno del ojo, a ver) La tarea de la escuela me hizo sentir otra vez en la escuela, caray. Estuvo bien, me sentí a gusto con tanta cosa; digo, después de todo, cuando sea maestro la preparación de mis clases también tomará bastante tiempo.

Además, ciertas ocupaciones dentro del S.S. (y sí, no sólo es social, sino también secreto) me retuvieron en la escuela una noche hasta las 2 de la madrugada. Dios santo; nunca había estado en una escuela tanto tiempo. Pero en fin, algún día saldré más tarde por otras razones, espero.

====

Mi padre va bien, según parece. Al menos está animado. Por ese lado no me encuentro bien y sinceramente trato de cubrirlo con otras tantas cosas... como que sé que está pero no quiero terminar de reconocerlo. Supongo que llegará una situación límite que me obligará a reconocerlo. Algún día.
Ver a mi madre llorar no es fácil. Aquí estoy, para apoyar a una, animar al otro. Regañarlos cuando me parece que una exagera y el otro minimiza. Y yo, yo sinceramente me siento muy, muy pequeño en medio de todo esto. No sé en qué acabará. Mi impotencia no ha empezado a doler porque no han habido dolores mayores, pero sé que cuando comiencen, también el frío de adentro me quemará.
No sé si estoy listo...

====

Mi hermanita cumplirá años el próximo 30 de abril. Sí, ¡nació un día del niño! Jo, jo, jo. Pero bueno, ya imaginarás que hay de todo por aquí, menos una fiesta para ella. Espero poder hablaros más de ella y su peculiar situación el lunes próximo. Por lo pronto quiero tenerlo aquí también hoy.

====


Jesús no vino a morir... sino a inaugurar el Reino de Dios. Alguien tenía que decirnos que Dios es amor y pues, él se aventó el paquete porque ésa era su misión.

====

Desde lo más profundo de mi corazón, espero
que quienes hayan tenido fiestas de 15 años se la hayan pasado bomba...
que Kitti encuentre sus alas en el sótano y emprenda un vuelo en libertad
que quienes sotienen un romance con la vida lo enriquezcan, porque lo rico del asunto es que es pasajero, porque está hecho para ser mejorado, así el cambio que experimenta nos deja con un buen sabor de boca.
que los recuerdos se vayan haciendo con la argamasa del agradecimiento a la vida, por todo.
que Dios haga brillar su rostro sobre nosotros.

26 abril 2007

Re:¿Tarde?

Mirarla cercana, aunque su rostro se va durmiendo en la noche de los recuerdos. Mientras el retrato frustrado no me deja en paz, mientras su beso me sigue marcando cada vez que lo llamo. Estoy conjurado a vivirla cerca mío, porque ella es yo y yo soy ella. A pesar de todos esos largos kilómetros que pesaron sobre nuestros corazones... sí, a pesar de todo.

Sus ojos, profundos y oscuros, como una noche interminable, fresca y con aroma a lluvia inundándolo todo. Unos labios ligeramente pálidos, la curva prometedora de su labio inferior, como esperando algo que sabrà hasta haberlo encontrado. Una sensualidad tan sutil como una suave seda sobre su mirada y sus labios; pero tan fuerte como una tormenta o un volcán que estalla mientras la contemplo.

Los hombros, analogía de su propia persona: firmes para sostener mi abrazo y estremecidos con la calidez que la rodea ahora, mientras seguimos caminando. Sus finos contornos, de los que a veces se queja amargamente, aludiendo a pintores consagrados, hacen que su silueta se me antoje como la de una diosa que pasea por la tierra. La Hija de Cronos que me miró una vez, en una tarde, en un parque, sosteniendo una rosa, sonriendo.

Hay algo en su andar, en el ir y venir de sus manos parlanchinas, una secreta y fascinante manera de seducir sin palabras. La agradable tibieza de sus manos mientras atravesamos uno de los tantos corredores, mientras vemos batracios y se queda absorta un instante en uno de ellos. A ninguno nos gusta el surrealismo por entero, pero queremos estar juntos.

Ignoro donde está la magia principal de esta mi musa. Supongo que si lo supiera, ella se iría porque entre nosotros ya todo estaría dicho. Pero hay cosas que siempre faltarán por saber. Ella es un universo inagotable. De mente poderosa, inquisitiva y hábil; de corazón generoso, cálido y amable; de espíritu indomable, frágil-fuerte, tenaz-voluble y deliciosamente sorpresivo. Ella es.

Todas estas palabras se tornan inútiles cuando la pienso de otro modo. Cuando conservo y llamo a mi presente la maravilla, la sorpresa, la coincidencia oportuna y -a veces- tan constante que encontramos en el otro. Al fallarme la voluntad y ceder ante una versión paupérrima de mi propia miseria. No estoy solo, aunque así lo parezca, me rodean los espíritus de épocas remotas, y la tengo muy cerca.

Me dirás ¿por qué? ¿Por qué esperaste hasta esta noche para hablarme de ella? ¿Por qué tiene que ser justo ahora cuando todo parece callado y la noche es serena? ¿Qué tienes que meter nubes oscuras en cielos que -tal vez- son diáfanos y están llenos de amores? No tengo la respuesta. Pero sé que si pudiera darla, no sería así, no en este modo...

La tomaría por el talle arrebatadamente y la amaría. Primero con un beso que nos traiga de vuelta, luego con las caricias que tenía por perdidas. Sé que al verme en presencia del milagro amoroso, las palabras, los besos, las canciones saldrían. Todo y más para ella. Un abrazo cálido que solde nuestros cuerpos, una amable caricia, pero sobre todo: la pasión encendida por fin, esclarecida y ofuscante libación que domina cada uno de mis poros, el fluir cantarino del manatial que su fuente me tenga reservdo desde que el mundo es mundo. Y morir, henchido y satisfecho, exhausto, entre sus brazos. Sublime prueba : la Gloria se puede alcanzar.

Lo quiso todo, y yo fui tan pobre; cuando el corazón se rompe, y la distancia despierta, una mañana, con el sabor al cigarrillo que se fumó de madrugada pensando la mejor manera de decir adiós: ése es el momento decisivo que nos hace amar u olvidar. Y yo, querido lector... ¿qué crees que hice?

19 abril 2007

Vicio viejo

Hoy yo quiero a todo el mundo y el mundo me quiere a mí. Ando recomenzando un viejo vicio que hace años no me asaltaba. Terminar uno y luego comenzar el siguiente... como una compulsión tremenda de la cual difícilmente pudiera huir. Es superior a mis fuerzas, me seduce, me envuelve, me pierde mientras el mundo gira con su peculiar psicodelia en torno a mí.

Este semestre ha venido a ser toda una vuelta a los orígenes. Mis antiguas reminiscencias se refrescan con los nuevos productos que estoy probando. Exquisitos, refinados, suaves y delicados. Sus restos quedan revoloteando muchas veces en mi cabeza, mientras observo como se alejan sus fantasmas blancos de mi rostro, girando en una danza mortecina que vuelve a la carga con cada nuevo jalón.

Los libros, mis queridos amigos. Uno tras otros, con sus letras me abstraen cuando me sumerjo en ellos, rendido ante el encanto de sus voces calladas y mustias. Ah, ¡qué diéramos por quedarnos ahí un rato más!

Ahora ando con esa onda... así que si me ves con un libro en la mano y no te pelo, no es mala educación, es que no quiero ser descortés con mi acompañante y dejarlo hablando solo. Ja, ja, ja.

-por cierto, querido lector, qué pasa con nosotros y los libros, ¿eh?-

15 abril 2007

Uy, qué meyo

Siempre he sostenido que mi ciudad es hermosa y segura. Recuerdo que en los días aciagos en que necesitaba dejar que mi cabeza se vaciara, para poder reacomodarla otra vez, salía a caminar mi ciudad y era una experiencia en verdad relajante. Oaxaca está hecha para caminarse, no sé qué tanto empeño en tener más y más automotores en este lugar. Ya fuera de día, noche o madrugada, mi terruño siempre me pareció tan inofensivo como una apacible chiquilla.

Hoy la chiquilla me hizo un pequeño berrinchito. Resulta que esta noche me llamaron de una agencia funeraria para solicitar mis servicios como rezador. (No viene al caso contar cómo llegué ahí, pero si Leono masajea, yo puedo rezar, ¿no?) El caso es que salí de casa a las 11 de la noche, esperando lo mejor. Tomé un taxi y llegué al lugar indicado. El administrador me llevó hasta la sala, me presentó con los dolientes -uno, que se ve que es el organizador- y acordamos cuanto debía ser acordado.

Después de rezar un pequeño rosario por el alma del hermanito, salí de la funeraria dando las buenas noches al administrador que tan gentilmente me había considerado para la piadosa tarea. Y enfilé hacia mi casa, como cualquier noche oaxaqueña, con alguno que otro noctámbulo despistado, igual que yo.

El clima estaba fresco y agradable. Ha estado haciendo mucho calor, y quería relajarme un poquito, así que me decidí por caminar hasta mi casa. Anduve toda Av. Independencia hasta la esquina con J. González Ortega. Di vuelta y seguí derecho, esperando alcanzar el Periférico antes de las 12:50, para poder reportarme a casa a la una de la mañana.

Iba entre Arteaga y La Noria, cuando sorpresivamente una pareja de individuos vino hacia mí en una bicicleta. Uno iba montado en los diablos, se bajó rápidamente y no sé bien qué dijo; sus intenciones eran despojarme de todo cuanto traía para apropiárselo, lo supuse cuando sentí un jalón que arrancó un tirante de mi guitarra. Yo, que no estaba dispuesto a que tomaran a mi señora armoniosa, abracé lo que pude de la guitarra. Entonces el muchachito, desesperado, se acercó y me intentó amedrentar gritando no sé qué cosas y pegandome -con su espinilla- en mis espinillas.

Estaba muy nervioso -tal vez nada había caído esta noche, o era su entrenamiento- y sinceramente no me quise arriesgar a cuanto pudiese hacer un hombre -o remedo de hombre- desesperado. Le dije, bien; te daré lo que traigo. Agarra los libros. No, dijo exasperado, yo no quiero libros, yo quiero pa'l chesco. -ha hecho calor, ¿ven?- Pues es que el dinero lo traigo en los libros. Suelta la guitarra para que yo pueda sacar el dinero. Entonces intervino su compinche, el que conducía la bici -más experimentado, supongo, porque supo reconocer que había llegado a una decisión- y le dijo que soltara la guitarra. Abrí el libro y ¡zaz! No apareció el dinero. Se enojó más nuestro compinche nervioso. Luego de otra breve hojeada, !paf! Ahí está, le dije, y es todo lo que traigo. No te hagas, yo no quiero nomás eso, me contestó el mozalbete mientras agarraba ansioso uno de los dos billetes de cincuenta pesos que estaban entre las páginas del libro. -Sí, uno, yo creo que quería que el otro compinche tomara su parte del maravilloso botín, no lo sé- Pues es todo lo que traigo, insistí, viendo irremisiblemente -casi en tono de despedida- al rostro de Morelos mientras salía de mi libro a las grasientas y temblorosas manos del chico.

No sé qué se fue discutiendo el dúo dinámico. Lo importante es que me dejaron con mi guitarra y mi caminata nocturna en paz. Pudo haber sido peor, llevaba morralla, el celular, la guitarra en sí, que también pudieron haber tomado. Pero, como ya lo dije antes, parecían unos aprendices. No quería líos, así que lo que me pagaron esta noche se convirtió en el "chesco" de esta pareja que, de no ser por su complexión, me habrían recordado a dos personajes de Chespirito, colegas suyos.

Mis padres, huelga decirlo, no se enteraron. Y mañana volveré a la agencia funeraria para los tres rezos que me faltan. Sólo que mañana sí volvere en taxi, para llegar más rápido a casa y dormir más, ya que el lunes tengo examen de inglés.

Y si piensan que por esta experiencia cercana del tercer tipo ha cambiado mi parecer sobre mi terruño querido, se equivocan. Oaxaca es lindo, amable y seguro. Una vez nada más no hará cambiar más de 7 años de experiencias buenas. Aunque, claro, soy consciente de que, poco a poco, vamos produciendo y -lamentablemente- importando algunos de estos bandidos de río Frío sin la gracia ni la astucia que Manuel Payno le dio a los suyos.

Buenas noches.

13 abril 2007

Tanto por contar

Muchas cosas han venido aconteciendo en estos días. Una vez más mi ojo está enfermo. Las jornadas en el servicio han sido agotadoras. Mi padre parece estar bien y luego ya no, y luego otra vez bien. MI madre fue a su cardiólogo esta semana. El triduo pascual se desarrolló con cierta tranquilidad, lo cual me hace muy feliz. El grupo cumplió un año de su renovación, lo celebramos en Pascua. Nix murió y volvió a la vida. ... puf!


JME en su primer aniversario. (reloaded)

Mi ojo ya está resintiendo algunos excesos que habían venido dandole en la torre, pobre, aguantó como los machos en la crisis de mi jefe. Pero ahora, como las cosasa están mucho más calmadas, pues parece que quiere un poquito de atención. Se la daré en cuanto pase toda la contingencia en la escuela.

Y es que dentro del servicio y todo el rollo de los KARDEX -top secret- ya no sé ni donde guarecerme. Es increíble cuan complicado puede resultar todo este asunto de la organización. Ser coordinador académico debe ser un fardo difícil de llevar. Pero bueno, nosotros -los que estamos en este proyecto- hacemos lo mejor que podemos. Esperamos que nuestro esfuerzo rinda sus adecuados frutos a su tiempo, como dijo mi papá

Y ya que estamos con mi padre, pues resulta que hay días en los que parece estar mucho mejor. Luego, de buenas a primeras, los vómitos vuelven. No es mucho, parece que no, pero sé que en realidad él se hace el fuerte. Pero en fin... poco a poco vamos caminando y Dios irá proveyendo cuanto sea necesario para nuestro bien. Él nos quiere bien, y sé que no abandonará a su siervo a su suerte.

Como mi mamá tenía cita desde hacía no sé cuanto tiempo, fue al ISSSTE con mi hermana el día de ayer. Su cardiólogo la encontró bien. Bueno, hay ciertos vacíos en su corazón -o algo así me dijo- pero su doctor le explicó que es una consecuencia natural de la enfermedad que la ha aquejado desde hace ya tanto tiempo. La hipertensión puede ocasionar esos pequeños problemitas. Además, su edad también es un factor que debe considerarse. Por lo pronto, la turnaron otra vez a consultorio general, ya no es necesario que el cardiólogo la vea.

Otra buena noticia es que el grupo hizo se esfuerzo en el triduo pascual y, con todo y todo salió bien. YO quedo muy satisfecho con la participación y el ánimo que los muchachos demostraron estos días santos. Gera no estuvo el jueves, lo que representó un reto extra, pero los chicos no se amilanaron, al contrario, sacaron una garra que los refuerza en este ministreio para gloria de Dios. Cumplimos un año y hubo una pequeña celebración. Fue agradable.

Y NIX volvió a la vida con el internet y toda la cosa. Resulta que durante los últimos días me vi privado del acceso a la carretera de información porque a mi feliz computadora se le ocurrió morirse. Bueno, dejó de reconocer mi tarjeta de red, tuve que hacer algunos circos maromas y teatros para que volviera a sus cabales. Hasta pensé en prenderle una veladora a San Google bendito, patrono de los cibernautas. Ja, ja, ja. Pero no fue tan necesario.

Me asusté cuando vi en la pantalla "Falta NTLDR, presion CTRL+ALT+SUPR para reiniciar". Y no hacía nada más. Pero vino Oscar en mi auxilio y el problema se solucionó. Los discos estaban mal configurados. El Señor ha sido bueno con nosotros y estamos alegres. Ja, ja, ja.

Y pues, bueno... todo esto ha venido pasando. Grosso modo, claro está.

Un abrazo fraterno a todos, gracias por los comentarios, gracias por todo.

======

Los dejo con esto de Alfonsina Storni. La bendita y atormentada mujer:

DEJAD DORMIR A CRISTO

Dejad dormir a Cristo: desde el duro madero
ha veinte siglos oye: "interceded por nos"
de su pecho de palo, sensible lacrimero,
ya extrajisteis, sobrado, lo que cabe de un dios.

Dejad dormir a Cristo y si estáis en naufragio
hacia otro calmo puerto desamarrad las velas
que, obligado a dentista por el mayor sufragio,
bastante os ha curado los dolores de muelas.

Veneno le pedísteis para mojar la flecha,
propicia sombra y viento para encender la mecha,
lo bajásteis al lecho que el diablo presidía.

¿Quién dijo que era un pzo jamás desagotado?
huyendo de los hombres, que sobre algún tejado,
habréis de verlo, en figa, dejar la cruz vacía.

Y ya... porque es tarde y debo ir a dormir.

06 abril 2007

A nadie

Y así, con todo este universo desatado, sigo viendo el mar henchido de bondad...

¿Por qué debo esperar tus tempestades,
para qué he de mirarte en un espejo
si cuentas mil historias que conozco
de memoria pues las sé desde siempre?

Después de todas estas nuestras guerras,
después de revolcarnos en el cielo,
de rasgar con mis alas tu tibieza
para después rompernos, abatidos.

¿Quién eres tú a quien la resaca trae?
¿Dónde te habías metido, tan perfecta,
tan única y distante? Será tal vez
que yo desvié mis pasos de tu senda...

Es de noche y te llamo una vez más,
un nocturno fallido te proclama,
las historias que hayamos enterrado
son tesoros, leyendas en el mar...

Y esta loca carrera sin sentido
se ha vuelto poco a poco una batalla
sin esperanza, vencedores ni vencidos,
porque mi corazón se rompe y calla.

Y vos, ¿pensás en mí?

03 abril 2007

N-Oti-Ocioso

=> Mi padre fue al médico ayer. Lo encontraron mejor, gracias a Dios. Ya le dieron más tés y algunos jugos extra, para que lo repongan. Espero de verdad que vaya saliendo todo bien. Por lo pronto estuve solito el fin de semana porque mis padres se fueron a cobrar su pensión a Miahuatlán. Y hoy acompañé a mi madre al mercado, para comprar verduras que necesitaba. El viernes tal vez vaya con mi hermana por la fruta.

=> Luego de una pequeña deliberación, el esquema quedó listo para el Triduo Pascual. Tendremos cantos nuevos, eso me gusta mucho... le dará variedad al ministerio. Sin embargo, recurrimos a cantos algo tradicionales en nuestro estilo para los Quotidie Cantu. En fin, quedó muy bonita la hoja anoche.. ahora voy a corregir errores. Eso de hacer una página de cantos a las doce de la noche no es muy buena idea que digamos.

=> También ya casi están listas las playeras. Hoy es el último día para entregar a Columba. Espero que contemos con la participación de nuestros hermanitos. Se acerca la celebración del aniversario del grupo. Caramba, eso de cumplir años como nos obsesiona a los seres humanos.

=> Una pequeña anécdota... ja, ja. No, no es cierto. Sólo un chistesito para no tener pura noticia en seco:

Mi novia y yo fuimos a un motel de esos de paso a celebrar que se cumplían 24 horas de la última vez que habíamos ido. Al entrar vi que en la cabaña del lado estaba nada menos que el carro de uno de mis mejores amigos.

- Espérame un momentito -le dije a mi novia- vamos a reírnos de él.

En un instante y sin hacer ruido, le había quitado las cuatro tapas de las ruedas y los puse en la maleta de mi carro. Hecha la travesura, nos dedicamos a hacer otras travesuras aun más divertidas. Esa noche caí en casa de mi amigo como por casualidad. Cuando llegué, su esposa se ofreció a ir por unos refrescos y cuando se había ido yo aproveché para decirle a mi amigo:

- Adivina qué traigo en mi maleta.

Como él parecía no tener ni idea, agregué:

- Te quite las tapas de las llantas en el motel, para ver si así se te quita lo caliente y empiezas a respetar a tu esposa ¡guevón!

En eso vi que la mujer de mi amigo regresaba, así que me callé. Mientras ella repartía los refrescos, él le dijo:

- ¿Sabes qué, mi amor? Tienes mucha suerte, mi amigo se encontró las tapas que te robaron del estacionamiento del supermercado.

Ups....