09 diciembre 2011

Consolación

A veces las cosas pintan simplemente genial. Hay días en que los acontecimientos fluyen como marcados por un ritmo acompasado en nuestro corazón, naturalmente. Esta semana ha sido algo así. Todo se ha ido volviendo más claro. No es fácil el camino, pero vamos avanzando sin que los contratiempos nos detengan o el miedo nos paralice. Vivo en medio de algo que los místicos han llamado "consolación" (un momento en el que la relación con el Padre es muy cercana, muy íntima, muy tangible. Todo nos habla de Dios y reconocemos su presencia salvífica en prácticamente todos los aspectos de la vida) Padre Marco me ha dicho algo sabio, hay que aprovechar esta energía sabiendo que vendrá la "desolación" algún día y tendremos que seguir adelante. Mi pasado me enseñó que tomar una decisión en el punto más álgido de uno u otro proceso puede llevar a una frustración muy grande cuando no se termina de madurar o cimentar dicha elección. De ahí que el proceso de dicernimiento que llevo sea tan importante. Hoy he vuelto a conectar con mi pasado en una forma amigable y placentera. Reconozco los errores que hube cometido y quiero aprender de ellos. Pero lo que más fuerza de me da es la satisfacción de haber reconectado con una serie de pulsiones internas, mociones del espíritu, que no había visitado en largo tiempo y que, ahora sé, forman parte de mí, tan íntimas y duraderas que ni yo mismo las pude eliminar con años de negación, indiferencia, ataques frontales o miedos nocturnos. Este "yo" que se ha ido formando poco a poco y que de un modo u otro ha marcado mis elecciones. Un "yo" que no es perfecto, que aspira a Dios, que busca darle un sentido a su propia existencia y configurar su propia imagen a la de alguien a Quien he conocido desde muy pequeño. Al producirse esa conexión todo comenzó a fluir con una naturalidad admirable. Supongo que esto no durará mucho, pero me da gusto saber que lo tengo hoy. Mañana, después de todo, es una referencia a un futuro que jamás llega porque el presente se renueva constantemente.

23 noviembre 2011

Epistolae

Hay ciertas cartas que no me imaginé escribir en mi vida. Mientras las examino, me doy cuenta de lo lapidarias que pueden ser las palabras bajo determinadas circunstancias, cómo aquello que dejamos tiene su forma particular de volver a nosotros y cuánto puede reflejar lo que escribimos sobre el crecimiento y el carácter de cada persona. 

Al redactar aquella carta de petición de entrada a las Escuelas Pías a un padre que no conocía, plasmé muchos de los sueños febriles que enardecían mi corazón y me prometían que el mundo era mío. Es curioso volver a ver ese joven e iluso corazón, me causa ternura y lo respeto por la temeridad que mostraba.

Las líneas que dedique a mi familia y amigos fueron siempre apasionadas. Siempre trataba de transmitirles mi cariño y, a la vez, irles mostrando lo contento que estaba de vivir el sueño que, a la postre, se convertiría en una forma de vida: un cosmos.

Siempre traté, sin éxito, de madurar mis afectos por Adriana. Mi vida acababa junto a su destino y ella era la única ligadura que nunca corté, la barca que no se hundió, el sueño paralelo de una vida paralela. La alternativa que no pasó la prueba para quedarme a vivir el "happily ever after." Hubo cartas, una en particular, donde le decía que ya no podía verla y contemplar la posibilidad de estar juntos como pareja. Hubo muchas donde le dije que volvería, y así fue.

¡Cómo me iba a imaginar escribir la cara de salida! Y sin embargo, lo hice con la misma intensidad, fruto de un hastío y de la desilusión. Como una carta que escribe un adolescente a sus padres cuando está haciendo un berrinche. Me fui de casa dejando una carta "revolucionaria y contestataria" en la mesa de la cocina. Pensé que no los volvería a ver.

Cada post en un diario electrónico se fue volviendo un testimonio simple y una carta abierta para mi querido lector. Cartas que iban con la intención de aliviar soledades y terminaron un día con una misiva escrita de madrugada y en mi bandeja de entrada un 14 de septiembre. El blog no se apagó y la amistad perdura. Mucho aprendí y sigo aprendiendo gracias a ella. 

Yo no sé qué siga, pero sé que pronto vendrá una carta que lo preparará todo para el paso que sigue. La pluma, como el Espíritu, nunca está quieta.

18 noviembre 2011

Andante

Un paso más, tan sólo uno. El vértigo me viene de lo desconocido; eso siempre me ha puesto en guardia. Por momentos la llamada parece diáfana, como si no hubiera otra explicación para lo que soy. Luego, todo se va nublando con pensamientos y sentimientos que me llevan a cuestionarlo todo y volver a comenzar. A veces me descubro pensando en círculos, sin avanzar un ápice. Tengo que callar para que hables Tú. Pero es mi vida de lo que estamos hablando, ¿no debería ser un diálogo? ¡Negociando con Dios! Hay tanto que decir, tantas expectativas, sueños, ilusiones, planes, ideas y proyectos... un mundo: el mundo. Mis peros y mis noes se van disolviendo muy lento. Me convenzo con mil argumentos de lo mucho que debo descubrir en mi corazón, que aún estoy peregrino. Y ya dentro de mí Tu Espíritu hace mella. ¡Cómo cuesta, Señor! Me vas envolviendo sin que yo lo sepa. Has soñado conmigo, me dicen, pero no puedo adivinar tus sueños. Todo se vuelve un símbolo de aquellos que es muy claro bajo tu Luz. Hay que leer entre líneas, atisbar entre destellos y darles el sentido apropiado en medio de esta oscuridad. Mi débil fe no alcanza para esta vida en tinieblas y necesita tu Gracia. El precio por la luz es un abandono que siempre me ha costado. Me rebelo y me tienes paciencia. "Dios nos mira con ojos de misericordia."

17 noviembre 2011

Allegro

Vivir cerca de Dios es siempre algo que seduce al principio y que asusta en ocasiones, pero que compromete al final. No sólo aquellos que viven consagrados a Él están comprometidos, pues el llamado es para todos.
¿A qué me llamas Tú ahora? No lo aseguro aún porque voy de peregrino. Me llena de gozo y entusiasmo que vuelvas a salir a mi encuentro en este recodo del camino. Aunque también me entra el miedo y un poco de desconfianza. No desconfío de Ti porque has acompañado, guiado y facilitado mi sendero, dudo más bien de mí porque la última vez pediste tanto que salí huyendo buscando otro camino. Temo hacerlo de nuevo. ¡Esta inconstancia mía que hoy, después de tanto tiempo, vuelve a ser una trampa! 
Y sin embargo, otra vez, todo mi mundo tiene significado y mi vida, sentido. Tengo que ir descubriendo tus designios en medio de un desierto con dudas y agonías; son lindos los momentos cuando desvelo aquello que siempre tuve delante pero que hoy cobra sentido.
Tú estás conmigo. Saberlo es distinto a llegar a sentirlo; sentirlo no es nada si no se está creyendo. Más que toda mi inteligencia –de que tanto me jacto– y más que el corazón –al que a veces olvido– es la fe en Ti la que debe irme guiando mientras desciendo a tientas hasta la intimidad donde te hallo. 
Me han sido dados dones, poderes especiales. La pregunta hoy es ¿qué debo hacer con ellos? Esta búsqueda es Don, pues su Palabra se regala a quien la busca. Mi búsqueda es conquista porque debo ganarla. Sólo escucha su voz quien a sí mismo calla. ¡Qué difícil silencio! Mas también hay gran gozo al despuntar el alba. La dicha de saber que muy dentro de mí Tu presencia me aguarda. 

15 noviembre 2011

Adagio

Comenzar de nuevo, desde el principio que ya casi había olvidado. Recordar los caminos sabiendo que no habrá un sólo recodo que deba repetirse, ¿o tal vez sí? Pensar que todos podemos plantearnos una interrogante fundamental para dirigir la nave hacia otros derroteros. Soñar otra vez, con más miedos y más inseguridades, sin el arrojo que los años núbiles nos urgen. Aquella llamada... esta llamada... ¡Eres la luz y siembras claridades!

Voy despacio al principio. Me he dicho que no soy yo, que debe ser alguna cosa que alguna vez se quedó en mi subconsciente y ahora reaparece. Me convencí que perseguía los sueños de quienes me dieron el ser y no los míos. Me ilusioné con unos ojos brillantes y la voz de quien luego se perdería en la bruma de los tiempos, dejando un ensueño borroso y dulce, como el olor de la canela en una taza de café de mi abuela. Me aferré a la docencia como un modo de vida, como "lo mío" y "lo que me interesa." Me dejé adular, esperé que todo se callara con el ruido de mil actividades y de la distancia y el tiempo. ¡Quise engañar con tiempo a la Eternidad! A base de terapias luché por renunciar a un sueño que me siguió por mucho tiempo. Después de mucho reflexionar, alcancé la pavorosa conclusión de: "no es lo mío y por más quiera, si sigo aquí estaré infeliz y sin rumbo." Así que retomar el camino fue una tarea difícil. No porque los sueños se hubieran difuminado, sino porque yo dije que no volvería a esa vereda, a ese recodo del camino, que aquello se había olvidado. 

Una pregunta generó una avalancha de recuerdos que tuve que digerir primero para poder responder con más firmeza, no como un arrebato. La semilla que echo brotes en más preguntas por resolver, recuerdos que redimir y sueños que visitar. –otra vez– Finalmente, hablar con Marco Antonio y repasar la forma en que todo se vino abajo, mi casa en ruinas; una que volví a construir, pero que parece que debería dejar. ¿Quién te dijo que tendrías una casa? (Lc 10,58) Así que había que plantearse muchas más preguntas de las que me hice cuando tenía 18 años. Entre más seguridades se tienen, más inseguro se vuelve el hombre.

Ni hablar, hay que volver a empezar. Justo desde donde lo dejamos, pero no igual. He cambiado mucho, mis sueños evolucionaron, mis ideas y opiniones ya están formadas en su mayoría, dejarme guiar no estaba... bueno, ¡nada de esto estaba en mis planes, realmente! Pero supongo que esto es así, el Espíritu arrebata a quienes menos se lo esperan... y hasta alienta a los hijos a volver a la casa del Padre.

¿Hacía dónde va todo esto, Señor? ¿A dónde vamos?

13 noviembre 2011

Preludio

¿Qué tengo yo que mi amistad procuras?

A veces me he preguntado más de un porqué. Mi salida del seminario y mi vuelta a Oaxaca fueron procesos muy accidentados de los que salí airoso porque la vida sigue y Dios siguió conmigo, bendiciendo mis pasos, mostrándose en el apoyo de quienes viven cerca de mí. (o vivían en aquél entonces) Pero siempre estuvo ahí; un hueco que a final de cuentas no han podido llenar las experiencias y el mundo de gente que he conocido, los sueños que yo mismo he diseñado para luego vivir... siempre se queda esa inconformidad en mi corazón que no alcanzo a comprender, ni mucho menos a explicar. Sin embargo, eso nunca fue motivo para plantear una duda fundamental porque lo pensaba anecdótico, lógico; una consecuencia más de haber estado para luego salirme de un modo de vida –que no de una carrera– y mi idea de que el ser humano luego se plantea escenarios alternativos a la vida que decidió vivir. Así, yo transcurría mis días con la pasividad y tranquilidad de quienes no tienen más qué preguntarse. 

Una mañana, tres palabras sirvieron para poner a girar aquello que juré superado, despertar las incógnitas que había acallado después de tanto tiempo. (ni tanto) <>

17 agosto 2011

Oración

Déjame llenar mis ojos
de aquello que siempre tuve
a mi alcance
y que pronto no estará
para arroparme.

Que el horizonte
venga desde lejos
y me lleve a cualquier parte;
pues mi misión
ha sido dada
y éste no es
un corazón cobarde.

Deambulo lentamente
por tus calles
que me parecen yertas,
cavilo por tus rumbos
que algún día
fueron míos.

Meditabundo,
lleno de dudas y misterios
esperando en
las sombras.
Mas todas las preguntas
se revuelven conmigo.

¿A dónde está la luz
que me dijeron
habría al final del túnel?
Delante
la negrura del
incierto y
el abismo
me abruman.

Sólo Tú conoces la Respuesta
Tú eres Camino.
Guía mis pasos
y acompaña
los de quienes
conmigo
zarpan a la aventura.

Que los caminos
vayan a su encuentro,
que el sol brille
sobre la campiña,
que el viento
suave los impulse,
que la lluvia
refresque sus desiertos,
y que el Señor
haga brillar su rostro
misericorde
sobre todos nosotros.

Amén.

14 agosto 2011

Orgullo

Me da gusto cuando un alumno supera sus propias barreras. Creo firmemente que ésa es la función más grande de un maestro. Ayudar al alumno a vencerse a sí mismo es un triunfo reservado para quienes no se rinden. Hace pocos días, el P. Marco hacía una referencia a ser un "cooperador de la verdad" que me dejó pensando en las formas en que, a lo largo de mi vida, Dios se ha servido de mí como un instrumento para que su Verdad pase hacia quienes la necesitan. También me puso a pensar en cómo en muchas otras ocasiones he sido una piedra de tropiezo para quienes de corazón buscan la Luz que ilumina las tinieblas más oscuras. Y tengo que decir que, haciendo un balance, no hay forma de salir tablas con el Señor. Hay demasiadas veces en las que mi capricho o mi desdén se vuelcan contra mí; mi arrogancia nubla mis ojos y cierra mi corazón. No es tan simple reconocerlo a primera vista, pero estoy seguro que de algún sitio vendrá. 

De ahí que el magisterio sea una fuente de tantas alegrías. En escasas ocasiones me he visto tentado a engañar, a dejar que un alumno se estrelle contra la roca que le obstruye el paso. Ya sea conquistándola con sus propios talentos, o mostrándole una vía más adecuada para sus posibilidades, creo haber conseguido que varios de mis alumnos lleguen a sus metas. Me duele mucho, tengo que reconocer, cuando uno de ellos no logra su cometido. 

Espero poder seguir teniendo la posibilidad de compartir, de coadyuvar y mostrar sendas certeras para quienes entren en contacto conmigo como educandos. Dios me permita no estorbarle y que sea Luz para todos.

Non nobis Domine non nobis sed nomini tuo da gloriam

10 agosto 2011

Pensamiento nocturno

... nunca he sido perfecto y estoy muy lejos de serlo. Mi corazón está apegado a tantas cosas que no sé si podría renunciar de ser preciso. He llegado a tener un mundo hecho de pegotes y otras cosas que me gusta. A veces me imagino otros escenarios, realidades alternativas que de pronto se aparecen difusas –como entre sueños– y no sé cómo interpretarlas. Estar solo es abrir un millar de recuerdos. Estar solo es abrir lentamente los ojos a una realidad inesperada, a planes que no cuadran con la vida, a la respuesta de aquella pregunta fundamental planteada hace ya más de 7 años. Estar solo es volver al vórtice, a la tempestad que anuncia un Dios que está en camino, que interpela, que mueve los cimientos –frágiles y paupérrimos.

¿Son fantasmas? ¿Es un llamado real? ¿Mi vida debería cambiar? ¿Es muy tarde? ¿Qué quieres de mí? ¿Quiero responder? ¿Podré? 

Las respuestas llegan a cuentagotas hasta que –supongo– tenga una idea clara, una chispa en el corazón que, como antaño, me convenza, me fortalezca, me alimente y haga posible la locura de seguir vivo y luchar en la trinchera que Él me indique. Mientras ese dorado momento se acerca, yo sigo aquí, entre la borrasca de la potencia sin acción. 

Esto es más grande que yo. Necesito ayuda... 

... tal vez si...

21 junio 2011

Rápidamente

Cada vez más cercana la hora, veo como el espacio que habitaré toma forma. Atestiguar palmo a palmo cómo se fue erigiendo y como, a su vez, mi corazón se tiñó con un asombro y una alegría tan grande como el crecimiento, muro a muro, de un rincón que podrá ofrecerme aquello que ya había perdido. Pensé que los acabados podrían tomar mucho más tiempo, pero todo ha devenido con cierta soltura, una que no imaginé, y en verdad espero mudarme en la primera semana de julio. 

Es curioso. Conforme pasa el tiempo, más me convenzo de que a más seguridades, más inseguro se vuelve el poseedor. Uno intenta aferrarse a aquello que ha construido con su esfuerzo, que le ha puesto dedicación. Entonces, entre más se tiene, más se protege. En casa tenemos algunas cosas que hemos comprado entre mi madre y yo. Sin embargo, me atrevo a decir que hasta ahora estoy sabiendo "lo que cuestan las cosas." Espero que este espacio no acabe siendo una prisión escarlata, sino más bien el espacio personal, creativo, de remanso después de una tormenta que ha tomado un año.

Del futuro, no estoy seguro. Las cosas con LaSalle se cayeron, pero tengo trabajo por el verano. Espero que me den oportunidad de trabajar las siete horas; pero entre más lo pienso, más me doy cuenta de que tal vez sea mejor dedicarme al TOEFL con tres horas diarias, tener mis mañanas libres y hacer los ajustes necesarios en mi habitación. Ya se verá. Como mi padre siempre decía: "Dios proveerá."

]|--oºo--|[

La entrada del verano me sorprendió tumbado en una cama, haciendo cuentas, cavilando, planeando, maquinando… Espero que esta estación sea propicia para los pensamientos cuajados en realidades largamente añoradas.

16 junio 2011

Cartel Colorido

A veces quisiera escribir más frecuentemente en mi ventana, pero la faena cotidiana y el fardo de la docencia me lo impiden. Empero, heme aquí de nuevo, escribiendo algo para no dejar de decir que no ha pasado ya nada conmigo. Limpio el polvo de este portal –viejo para su especie– y le cuelgo un cartel de colores distintos para que aquellos viandantes le miren y digan: "mirad que ha puesto algo" y sigan con sus pasos con rumbo fijo y a la vez arbitrario.

En los últimos meses he percibido un cambio que tal vez se comprenda al leer la carta a Baltasar. Pero esto no es todo. Después de la llegada de mi hermana, me he sentido en muchas formas como perdido, desubicado, atolondrado ante el nuevo orden de las cosas. De pronto me descubro perdido en medio de una casa que me gustaría cambiar. Huyo a la vez de la responsabilidad de conducir mi propia cosa, tal como se esperaría de un hijo huérfano de padre, cuidando de su madre y abriendo las puertas de la casa paterna a su hermana y sobrina.

Yo quisiera que mi madre nos encabezara o que al menos pusiera un orden, el suyo, en casa. También anhelo ver a mi hermana convertida en madre y no en cómplice o par de su hija. De mi sobrina en verdad no espero nada. Me parece que lo mejor es esperar a que ella descubra qué esperar de sí misma. No me considero la guía más recomendable para una adolescente a quien apenas conozco. Vivir con tres mujeres tan dispares es todo un reto. Mas el reto más grande es descubrir mi lugar en medio de ese nuevo lugar. Dejar mi habitación (ya amueblada y decorada a mi modo) y compartir mi estudio cortó de algún modo mi pertenencia a la casa. Era como un huésped en un sitio cambiante y a veces ajeno. 

Se ha estado construyendo una ampliación para mí. Tendré mi estudio y mi recámara para que cada uno tenga su espacio. En verdad espero que este espacio personal me ayude a centrarme de nuevo y a encontrar un nuevo rumbo. Le he puesto ilusión al proyecto. Y, aunque mi madre ha corrido con los gastos, yo también he colaborado con algunos detalles. Creo que por eso he trabajado como loco este semestre: para poder decorar el lugar a mi entero gusto y no tener que parar a la mitad.

Creo firmemente que Dios no nos pone una prueba que nuestro corazón fallaría. A pesar de errar, el hombre guarda una chispa de Dios en su ser. Ahora estoy atravesando un río oscuro y turbio que confunde mis pensamiento y se prolonga más allá de donde puedo vislumbrar. No logro responder a la pregunta satisfactoriamente y sigo flotando, a sabiendas que se acerca el tiempo de la gran encrucijada. A pesar de la casa, de mi familia y de los sueños que alguna vez albergué con una mujer, todavía queda por descubrir una forma de llenar este vacío que siento por dentro. A veces más intenso –como un fuego insaciable que me quema por dentro– y  a veces com un murmullo de hojas de laurel movidas por la suave brisa de verano, como un canto nostálgico de aquello que sabíamos pero hemos extraviado.

En esta búsqueda he intentado volver a mis orígenes: leo más, trato de pasar un tiempo con mis amigos cercanos, hasta de recuperar algunos lazos amistosos me he dado el lujo. Supongo que sólo me faltan un par de cosas. Por un lado, tocar la puerta de FEF y ver qué sucede. Algo me dice que es una parte esencial del camino. Y por el otro, visitar Miahuatlán por algún tiempo, cosa que espero hacer el próximo agosto.

Dios proveerá. 

29 mayo 2011

De profundis... uno más

Querido Padre Balta:

Después de mucho tiempo de no escribir ni dar señales de vida, de lo que no me siento muy orgulloso, te pongo estas líneas esperando que no sean inoportunas ni muy largas. Pero sobre todo, espero que te encuentren en la paz del buen Dios.

Primero, deja que te cuente un poco lo que ha sido de mí en estos años. Entré a estudiar una carrera al volver a Oaxaca. Terminé como licenciado en lenguas extranjeras, aunque mi título sigue en proceso por problemas administrativos. El último año de mi carrera lo estudié en Michigan, EE.UU. y ese año fue uno de los más felices y provechosos de mi vida. (Casi tan bueno como el noviciado)

He estado trabajando como maestro de inglés en una escuela mediana al norte de la ciudad. Sigo viviendo en Oaxaca, con mi hermana –a quien viste en la ordenación de Roly– mi sobrina y mi madre. Hasta hace unos seis meses estuve a cargo de la coordinación académica de la escuela.

Aunque me desconecté de la parroquia de Consolación, llegué a pertenecer a un pequeño coro en la iglesia de San José. El coro lo fundaron unos amigos de la preparatoria. Estuve tentado a volver a FEF, pero nunca encontré el tiempo para hacerlo.

Hasta diciembre del año pasado las cosas iban estables y mi pequeño proyecto de vida era enormemente bendecido por el buen Dios. Como mi hermana llegó a vivir con nosotros en junio del año pasado, mi madre nos dijo que le gustaría asistir a misa con sus dos hijos. Volvimos –volví– a la capilla de Trinidad de las Huertas y los padres Javier y Marco estaban a cargo.

Creo que no había querido ir ahí porque me apenaba de cierta forma el haberme salido del seminario. Aunque estaba muy convencido de que no había sido mi vocación, de cualquier modo me sentía algo incómodo. Pero ahora volvía con mi familia y quería celebrarlo.

Poco a poco –en mi interior– las preguntas fueron volviendo y se fueron haciendo un poco más incómodas. Hasta que una mañana , el padre Marco Antonio hizo en voz alta lo que yo, en voz baja, me había preguntado. Supongo que es una pregunta natural en quienes hemos dejado el seminario. La respuesta que mi corazón dio fue lo que me sí me asombró. Le dije al padre que en verdad nunca había descartado la posibilidad de volver, de ser "cura", de vivir el sueño que yo mismo trunqué alguna vez. Pero esa tarde, al revisar mi respuesta, me di cuenta de lo cambiado que estaba luego de diez años. Tenía muchos más miedos. Tengo más miedo y confusión que cuando tenía 17. Entré al seminario muy determinado. Hoy no me siento seguro de la tierra que piso. Aunque estoy bien con lo que tengo, aún queda la curiosidad. Pero a últimas fechas es algo más, o parece algo más, no sé.

Esta vez no quiero apresurarme. Hoy le tengo más respeto a la palabra VOCACIÓN. No sé si la tengo y algo me dice que no podré saberlo yo solo. Así que, ¿Qué puedo hacer? No siento una confusión asfixiante (gracias a Dios) Es más bien un vaivén, una astilla, algo que a veces está muy presente y otras sólo es una sombra ligera...

:D Me habría encantado poder decirte esto en persona, cuando la ordenación (o votos?) de Roly; pero las circunstancias evitaron que nos viéramos ese día. Lo siento.

Bueno... dije que esto no debería ser largo, y ya me alargué mucho. Espero que estés bien y que el Capítulo haya ido fenomenal.

Un abrazo fraterno.

Otilio Herrera

08 mayo 2011

NOTA breve

Desde la casa de Óscar, ya mudado y toda la cosa... escribo necesariamente porque es un lugar muy simpático. Los mosquitos parecen ser la peor pesadilla de cualquiera de los pocos vecinos que ya se han instalado. Sin embargo, la piscina que tiene frente a su casa es un pequeño oasis para los acalorados vecinos y su fuente de entretenimiento. Estamos lejos de algunas comodidades, pero creo que con los meses habrán cambios e irá mejorando. Además, entre más gente viva por aquí, tendrán más servicios y comodidades. La zona irá creciendo. Por lo pronto, mi hermanito se ha vuelto un conquistador, un explorador de la vida de soltero. 

05 mayo 2011

Mayo

Siempre me ha gustado este mes. En parte porque mi cumpleaños es en el vigésimo tercer día del mes; el día del maestro es el décimo quinto. Mayo es el quinto mes del año, cinco parece ser mi número favorito después de todo. Además, es un mes que tiene elementos de dos estaciones. Anuncia el verano, aunque el calor de la primavera nos inunda muchas veces. Últimamente hemos tenido más calor que frescura en nuestros mayos en Oaxaca. (Supongo que eso del cambio climático alterará mi idea de mayo para siempre) Espero que este mayo esté lleno de historias buenas, de experiencias emocionantes…

Por lo pronto, mayo empezó con un ataque relámpago de los norteamericanos a un pequeño pueblo en Paquistán y la muerte de uno de los hombres más buscados en el mundo–si no el más– Los Estados Unidos parecen dejar en claro que su determinación –o la obstinación de sus muy comprometidos líderes– no tiene límites ni descanso. El monstruo que ellos crearon y se volvió contra su generador está muerto. Dos disparos bastan para acabar con la vida de un hombre pero, ¿acabarán con la idea? ¿Estamos más seguros? Yo no me siento particularmente aliviado, ni creo que se haya hecho justicia. La ejecución suena más a venganza, acto desesperado por poner a la gente del lado del gobierno. No sé, creo que estudiar un poco de historia te vuelve ligeramente paranoico respecto a las verdaderas intenciones de los líderes

En algo más doméstico, los albañiles están coronando cadenas en esta semana. Eso significa que la hora de poner un techo sobre los tres pequeños espacios que se han estado construyendo en estos meses se aproxima. Me emociona el hecho de que la casa crezca. Más porque será mi espacio y la vida será distinta. Podré ponerlo como yo quiero; tal vez fundiré lo que he aprendido en toda mi vida sobre una casa, una habitación, un baño, etc. Ja, ja, ja... me percibo como un pequeño con juguete nuevo. Ya veremos como va funcionando todo esto. Espero que para mi cumpleaños ya esté el techo. Con los acabados y lo demás, supongo que tardaremos un mes más. Para junio espero tener el techo sobre mi cabeza. 

Hoy es cinco de mayo, me dieron el día y estoy oyendo este programa de radio y escribiendo esta entrada. Una taza de café adereza la historia. Mi vida parece tranquila. La tormenta va por dentro. Yo sigo tratando de saber qué quiere de mí. Hoy –por lo pronto– todo va con calma. Cada día tiene su afán y una cosa a la vez me han sacado adelante. 

Y a vos, ¿qué te afana, querido lector?

Por cierto, haz clic en los enlaces :D

24 abril 2011

Madrugada

Nada como escribir en medio del silencio de la noche aderezado por la música de Bach. Hacía mucho tiempo que no me daba el momento para hacerlo. Será que andaba ocupado en otras cosas mientras la vida seguía su curso sin esperar por nadie –ni por mí.


Estuve rebuscando algunos temas para el siguiente post, uno que confirmara que seguía con esto aunque el propósito inicial tal vez ya no contaba. (No cuando estás a miles de años luz) Pero definitivamente quería seguir, por ver si tal vez lo que comenzó de un modo podría llevarnos siempre a un mundo donde la vida era más sencilla, donde las letras se quedan congeladas para poderlas revisar después, con calma, con gusto, como se visita un amigo lejano, o se saborea un vino maduro, afrutado… En fin, que después de mucho ir y venir de dedos y borradores: no me decidí por ninguno. Ja. Mi ingenio está simplemente embotado en los últimos días. Bueno, estaba: ayudé a Óscar a mudarse y eso me ayudó a comenzar un post que, por un mal servicio de internet, acabó en el olvido. Ah, pero recordemos que la musa había –efímeramente– regresado. 


En aquel texto había pensado hablar de los ciclos que vamos cumpliendo en nuestra existencia y de cómo ellos son la mejor preparación para los que vamos a vivir. Como estar en una eterna escuela, la vida, donde los conocimientos se derivan de la propia experiencia en un mundo a la vez tierno y cruel. Estoy plenamente convencido de que la historia, toda historia está dividida en pequeños ciclos que, como engranes, se van manifestando y explicando mutuamente. Hasta me atrevo a soñar que mis engranes forman parte de un sistema en extremo complicado que jamás entenderé, pero atisbo. Nuestra cotidianidad es, pues, aquello de donde venimos y para donde vamos. 

Πάντα Ρει

Romper con el ciclo implica, por fuerza, una renuncia. Sí, la aventura que nos aguarda es realmente emocionante. (debe serlo para llevarnos a abandonar aquello que ya conocemos) Siempre, no obstante, queda un átimo de duda y miedo. Tenemos que abandonarlos para seguir creciendo, para equivocarnos lo suficiente hasta aprender la lección que la vida nos presenta. Cada nuevo ciclo es una gran lección que, la mayor parte del tiempo, se divide en diminutas jornadas. Al vivirlo, no nos damos cuenta y no es sino hasta pasado un poco de tiempo (el fuego lento que revela todo) que podemos desentramar nuestra historia. Reconciliarnos con cada decisión que hemos tomado y ser felices por quienes somos y lo que nos hemos convertido. 

Estoy seguro que en la vida de todos hemos vivido uno o más episodios de reconciliación. Conforme pasa el tiempo, vamos comprendiendo mejor quienes somos por como fuimos. Algunos seguimos soñando que así podremos un día saber para dónde vamos exactamente. Aunque no siempre Sus caminos son nuestros caminos, o nuestro pensamientos se asemejan a los Suyos. Cada etapa de la vida se va cerrando con un pequeño momento de repasar la historia propia y mirarla con la misma emoción con que Óscar veía la casa que lo vio crecer por 25 años. Me alegra que vaya creciendo y que Él lo considere listo para el siguiente gran reto. 

ευχαριστώ φίλε

Y además, en estos días participé de un Triduo Pascual muy especial. Tocando ya con los chavos de mi fraccionamiento, quienes son un grupo muy variopinto, y participando de las celebraciones presididas por un padre escolapio. "No me cabe duda," le dije a mi madre, "que no conozco un solo escolapio que no vibre al celebrar la Pascua." Hoy me sucedió al estar en la misa. De pronto sentí una gran armonía, una paz que me recorría el cuerpo. No hay duda de que la religión nos acerca, pero es Dios quien nos da el último jalón para llegar a Él. Nada hay en ese paso final sino su Gracia. La Pascua es una celebración donde la Gracia de Dios se manifiesta de modo muy especial. ¡Estoy contento!

Ο θεός προσέχω

Te preguntarás, querido lector, qué hay de las palabras en griego escritas por aquí y por allá. Pues bien. He visto una película en esta noche de insomnio que me dejó encantado. "Πολιτικη Κοθζινη" (Una pizca de canela) es una película griega que nos guía por la comida y como la vida es una gran comida, con entradas (οι μεζέδες) platos fuertes (τα κύπια πιατα) y postres (γλυκό) Por supuesto, cada uno tiene su riqueza, su razón, su forma de encajar en el curso de la comida –o, en este caso, la vida misma. 

Así lo dejamos por ahora. Son las seis de la mañana y me comencé este texto a las 4:20. Tengo hambre. Quizás me haga algo de comer, algo con un toque de canela. ☺


11 abril 2011

¡Qué días!

Escucho el rumor de la charla informal de los hombres que trabajan bajo el sol. Escribo al ritmo de la barreta que se entierra en las entrañas de lo que ha sido mi casa desde el '99. Hay un calor que poco a poco va subiendo y –en ocasiones– es soporífero. En medio de los bloqueos, la rutina que nos consume hasta el hastío y el deseo incomensurable de tener unos días de vacaciones, estamos de vuelta.

Los últimos días han sido bastante interesantes. Me he dado el tiempo de hacer lo que no hacía desde hace mucho: leer por placer, salir con amigos a tomar algún café, relajarme viendo una película en mi estudio… Consentirme, sí, porque a final de cuentas no hay una persona especial para compartir las aventuras. Ya me había cansado de no tener tiempo nunca para nada; así que me decidí a tomar unos minutos y aprovecharlos. Estoy revisitando la saga de Harry Potter. (Quizás para recordar lo que debo saber antes de ver la última película) Fiel a mi estilo, en semana y media he devorado tres y medio libros. Espero poder terminar el cuarto libro mañana mismo (si no hoy)

Salir con Erika, Diana y mi hermano Óscar siempre es especial. Hace unas semanas pudimos coincidir para tomar un café y comentar cómo nos ha ido yendo en esta vida. Cada uno pudo vaciar el corazón, mostrar las heridas y cicatrices que las batallas nos han puesto; pero sobre todo mirar al otro a los ojos y saber que no se está solo. Nada como la amistad para tiempos de prueba –como los que todos parecemos estar pasando ahora.

Ver películas que me ponen pilas respecto a mi estilo de enseñanza es siempre algo especial. Entre mis favoritas están "Freedom Writers", "Mona Lisa's Smile", "School of Rock", "Coach Carter", "Stand and deliver", "Meet the titans" y –por supuesto– "El Profe." Como hace poco puse una de ellas en mi clase de en la mañana, me dije "¿Por qué no vemos una nosotros, por nuestra cuenta?" Acabé viendo "Juno" con Óscar y Erika ayer. Un gran gusto porque estábamos celebrando el cumpleaños del primero.

Y así, entre la rutina que pronto se verá rota –al menos por un par de días– y la confusión que sigo teniendo en la cabeza. (Ya hablé con P. Marco) va transcurriendo mi vida agitada. Y usted, ¿cómo amaneció?

21 marzo 2011

Reminisce

De tiempo en tiempo hay oportunidades para volver los pasos y tener una pequeña vista de lo que fuimos, de cómo nos hemos formado, de cómo la vida y sus experiencias alimentan quiénes somos. Somos testigos de cómo la vida sigue rodando a nuestro alrededor, todo en un constante cambio. Evolución...

El 19 fue el día de San José. Quise volver a subir, caminar los pasos que corrí y vivir una vez más la emoción de cantar con amigos y dejar nuestro canto para el Señor.  Pensé que tocaría con Gera, pero la mesa aún no ha dado la vuelta entera; sin embargo, fue muy bueno volver a salir y tocar con aquellos que cantaban. Porque las guitarras son más y, aunque apenas comienzan, están sonando con nuestros tonos... como una continuación –un tanto mortecina– de lo que fue JME. 

No pude evitar sentir algo de nostalgia al verlos. Pensé que tal vez ya no sería lo mismo, que estaríamos juntos, pero que los lazos se habrían desgastado a base de distancia y tiempo. Más el polvo del camino no ha podido arrebatarnos nuestros vínculos. Ya ves... querido lector. Fue una buena nostalgia, sin recordar viejos tiempos, más bien asimilar a las nuevas "versiones" de quienes somos. Esto no fue más que un simple rencuentro de un fin de semana... lo sé. Se sintió bien, de cualquier modo. Y sé que los amigos subirán fotos al Facebook, y todo eso... yo simplemente decidí dedicarles un post –es lo que hago desde hace algún tiempo.


06 febrero 2011

Duda Fundamental

A veces me pregunto mucho más de lo que debería...

Padre Marco hizo una pregunta que hace años consideraba absurda... ¿Ser cura? –Porque esto de los Escolapios es un modo de vida. Después de todo no he encontrado una persona que sea mi compañera de vida, estoy lejos de eso (tal parece) y no he dejado de estar involucrado en las prácticas religiosas de mi catolicismo. Aún más importante: no olvido lo importante que fueron esos años en la Escuela Pía para mi vida personal, para mi crecimiento y para ser lo que soy ahora.

Cuando me fui al seminario contaba con 17 años y muy poca experiencia de la vida. Me parecía que todo era fundamental, definitivo, único... soñaba con vivir un ideal a cualquier costo. En ocasiones creo que me asusté al ver la primera factura. Sé que no llevé mi proceso vocacional como debió ser y que tampoco tuve la serenidad que requería al afrontar la primera crisis de verdad esencial en el juniorato. Tal vez habría sido mejor haber esperado un año para aclarar mi mente y ganar más madurez. Lo hecho, a fin de cuentas, hecho está y no podemos echar el tiempo atrás. 

De ahí que la pregunta de Marco me haya herido en lo más hondo.
- ¿Cuántos años tienes?
- 26, padre.
- ¿Y ya te casaste?
- No, padre... no he encontrado a la compañera de mi vida.
- ¿Y qué piensas hacer de tu vida? ¿No has vuelto a pensar en ser cura?
- Sí, padre. Algunas veces...
- Mmm, eso hay que hablarlo.

El papá del padre falleció hace poco y no hemos podido hablar. La plática fue hace quince días. Hoy llegué tarde a misa y no fui a buscarlo... Hay preguntas que llegan cuando menos lo esperamos. Quiero platicar con él, pero no sé qué decir. 

Como el Capitán Sparrow ante una brújula que gira sin parar...

... sí, a veces me pregunto más de lo que debería.

01 febrero 2011

Cambios

Siempre el cambio es un nuevo comienzo. En México tenemos el conocido dicho de "borrón y cuenta nueva." Yo creo que cada alteración en nuestras vidas es un reto de la vida diseñado para enseñarnos algo. Una vez que lo hemos aprendido, nos vuelve a sacudir con la siguiente lección para que no nos estanquemos. La vida es, pues, un constante aprendizaje.

Todo esto porque ayer comencé una nueva etapa en la escuela. Vuelvo a estar como maestro de tiempo completo y me gusta mucho. El peso que había sobre mis espaldas se había vuelto a cierto punto insoportanble y creo que se tomó la decisión correcta. Soy mejor como maestro que como administrador y eso lo reconozco. Aprendí algunas cosas sobre confianza, honestidad, humildad y algunos trucos de la administración de la escuela. No fue un tiempo desperdiciado. Creo que también ofrecí lo mejor a la academia y puse mi empeño en tenerla funcionando. 

A pesar de lo improvisado de muchas cosas, la escuela se mantiene. En gran parte son los profesores los responsables de ello. Por otro lado, este malinchismo que nos caracteriza ayuda mucho: ver que la escuela es –o tiene alguna relación con– de Canadá es un gran impulso. 

Tengo más ventajas como maestro y la vida vuelve a estar un poco más relajada. El domingo pude ir a Sam's y Office Depot de compras y el Señor me regaló un cielo majestuoso. Hacía mucho tiempo que no me detenía a contemplar la Gran Obra de Dios. Estoy contento, tranquilo. 

Como dijo Cueto: "change is good."

16 enero 2011

Domingos...

El día en que más cosas curiosas me pasan es el domingo. Quien viera mi vida a través de un cristal, no se encontraría con mucha acción y aventura a primera vista. Ir a la iglesia por la mañana y ensayar a veces al mediodía con los muchachos para el siguiente domingo (porque todo ahora en el templo que está a la vuelta de mi casa) Volver a mi casa para almorzar y preparar algo de comer. Me divierte cocinar cada fin de semana. Por alguna u otra razón, siempre el domingo tenemos alguien en casa para comer. Por las tardes puedo salir con mi hermano Óscar, o sentarme a oír música, leer o ver una película de las que tengo en el estudio. Tengo domingos bastante rutinarios. Mas dentro de la rutina, las pequeñas cosas que nos van envolviendo nos ayudan a descubrir algo de nosotros que dormía...

Hoy vinieron mis compadres. Mi ahijada de bautizo, Sofía, estuvo todo el día en la casa. Es curioso ver un niño en esta casa; es más interesante aún pensar que a la edad de Sofía -su hija- mis compadres conocieron a Lendy -mi sobrina- que ahora vive de nuevo con nosotros... La rueda de la vida sigue su marcha incesante y prodigiosa. Chofi me dijo que mi comida sabía bien y eso fue un gran halago. ¡Me alegró el día esa niña!

Hace una semana salí con mi hermano y Erika -Khika- Pensamos que juntarnos para practicar algunos cantos y volver a cantarle al señor estaría bien. Pero no llegaron hoy a la hora acordada. Será que simplemente eso de cantar con ellos se terminó cuando dejé JME. (Que por cierto, fue la novena de San José y el problema de comunicarme contigo lo que abrió esta página) Ojalá que volvamos a reunirnos un día, al menos para tocar una misa... por los viejos tiempos: un poco como el concierto en la azotea de The Beatles en el '69.

Hay un sueño extraño que pasó por mi cabeza hace unas semanas. ¿Qué tal si se organizaran comidas cada domingo en mi casa? Algo sencillo. Tener las puertas abiertas para que todos los amigos puedan llegar y unirse a la mesa. Un agradecimiento por la vida, una celebración de la amistad, una alegoría de la mesa que algún día compartiremos en el Cielo. ¿Sería posible? De ser así... lo haré saber para que mi querido lector sea siempre el invitado de honor en esta locura. –Sueños guajiros–

p-.-q