De tiempo en tiempo hay oportunidades para volver los pasos y tener una pequeña vista de lo que fuimos, de cómo nos hemos formado, de cómo la vida y sus experiencias alimentan quiénes somos. Somos testigos de cómo la vida sigue rodando a nuestro alrededor, todo en un constante cambio. Evolución...
El 19 fue el día de San José. Quise volver a subir, caminar los pasos que corrí y vivir una vez más la emoción de cantar con amigos y dejar nuestro canto para el Señor. Pensé que tocaría con Gera, pero la mesa aún no ha dado la vuelta entera; sin embargo, fue muy bueno volver a salir y tocar con aquellos que cantaban. Porque las guitarras son más y, aunque apenas comienzan, están sonando con nuestros tonos... como una continuación –un tanto mortecina– de lo que fue JME.
No pude evitar sentir algo de nostalgia al verlos. Pensé que tal vez ya no sería lo mismo, que estaríamos juntos, pero que los lazos se habrían desgastado a base de distancia y tiempo. Más el polvo del camino no ha podido arrebatarnos nuestros vínculos. Ya ves... querido lector. Fue una buena nostalgia, sin recordar viejos tiempos, más bien asimilar a las nuevas "versiones" de quienes somos. Esto no fue más que un simple rencuentro de un fin de semana... lo sé. Se sintió bien, de cualquier modo. Y sé que los amigos subirán fotos al Facebook, y todo eso... yo simplemente decidí dedicarles un post –es lo que hago desde hace algún tiempo.
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