29 abril 2006

El pestino...

No cabe duda de que el Señor tiene sus caminos. Me la encontré donde menos me habría imaginado... a Caro, sí. Tal parece que la vida quiere que nos sigamos encontrando... algunas cosas quedaron pendientes, ¿qué será?, no lo sé.

Ahora sí, mañana iré a las pláticas del bautizo. Luego pasaré la noche en casa de Oscar y Betsa. Dios quiera que todo vaya quedando bien. :)

Un agradecimiento a quienes comentaron la última entrada. Seguirá, esta hoja inútil seguirá dando guerra, porque le he tomado cierto cariño, no crean.

Cordial saludo y que descansen. Ah, y recuerden que el primero de mayo no se compra nada que venga de un país que quiere reprimir y maltratar a nuestros hermanos.

¡¡Adiosín!!

27 abril 2006

NO es interesante

Después de un vistazo a cuanto he venido escribiendo en los últimos días, me doy cuenta de que este sitio es muy poco leído, o provoca realmente muy pocas (NULAS) reacciones. Así que sinceramente he pensado en botarlo al carajo.

Luego, lo reconsideré y me dije: "no quiero ser reconocido. Mi ego idiota no llega a tal poder en mi nivel de conciencia todavía". Vino entonces un rayo de luz en la forma de un mail (sí, parece hasta un extraño juego de ideas) y hablaba del bienamado tiquismiquis.

En la Edad Media, los monjitos hablaban de cualquier babosada (así como yo) entre ellos. Muy chido y todo. En latín había dos palabras que significaban "para ti"(tibi) y "para mí" (mihi) Pero con la aparición del Latín vulgar las palabras acabaron siendo: tichi y michi (la "ch" se lee "k") Entonces el toma y daca este se llamó al final "tiquismiquis".

Eso intenta ser esta boba, ingenua e insulsa página, llena de triviliadades, no como los grandes poetas felinos, ni como las cuentistas alabadas, no es un cuarto de las escobas, ni quiere serlo. Yo no tengo, ni he tenido interés en uno de esos para mi casa de soltero.

Yo no soy escritor, me conformo con saber que esto puede llegar a un par de ojos además de los míos. Si sucede así, que bueno. Si no, que mal, ya llegará entonces un día en el que pueda sentirme con el humor suficiente de mandar todo al carajo. Por ahora no. ¿Para qué?


** Reconozco, sin embargo, la aportación que han hecho aquéllos, ya sea personal o virtualmente. Tú sabes que me refiero a ti, MUCHAS GRACIAS.

26 abril 2006

Ni modos...

¿¿Quéeee creeeen??

No se armó, lamentablemente la persona con quien iba a ir al cine no pudo ir hoy. Así que tuve que seguir con mi curso de italiano. Ir solo, ¡no!

Tengo un poco de cansancio porque la caminada estuvo algo larga hoy... pero estoy contento porque ya pude volver a mi vida diaria. Además, después de estos días, ya la penicilina está fuera de mi sistema. (al menos eso espero) Ya no huelo a medicina..jajaja. Pero TENGO CALOR.... y no es muy agradable, sobre todo considerando que mi cuarto encierra el calor... según me parece.

Bueno, mañana será otro día, veré si es posible arreglar alguna de mis guitarras. Ah sí, es cierto, no te había contado: resulta que el domingo pasado se quebró una parte de Fátima, mi otra guitarra, a la pequeña güerita no le he reparado el puente, así que esto ya necesita que meta mis manitas...

Ya te iré diciendo, e informando... por lo pronto, ya me cansé de estar sentado aquí en mi caluroso cuarto... (eso cambiará pronto también) iré a comer algo. Tal vez pan ....mmmm Addio!

25 abril 2006

A muy agradable petición

Muchas cosas le heredé a mi bendito abuelo: el nombre, el apellido, la agudeza, el humor, la honestidad. Aunque no hemos tenido la relación tan cercana que me gustaría, circunstancias, ya ven; sí hemos tenido mucho que ver. También recibí de él una predisposición a padecer gripa.

Hay quien dice que los "géminis" somos propensos a padecer por nuestros aparatos respiratorios. Yo no lo creo, más bien lo achaco a mi ADN. (Pobre don Otilio, jajaja)

Esto lo digo porque resulta que apenas estoy saliendo de una crisis de gripa-tos que me atacó desde la Semana Santa. Y es que cuando me da la gripa lo hace en serio: me deja en la cama, con una gran debilidad y aletargamiento; un dolor de cuerpo insoportable y calosfríos. Es, en serio, horrible. Yo no la dejé estallar hace dos semanas, la acallé y volvió en cuanto la Pascua llegó. ¡Bum! Me caí. Hasta ayer fui al médico y me dio una inyección. Duele...

Mañana espero poder ir a ver una peli. Si se arma... ya les contaré. Si no, les contaré otra cosa. Ya qué.. ¿verdad? Ja, ja, ja.

PS Un saludito a la amiga Sue... te dije, de hoy no pasa :D

20 abril 2006

Estoy harto de la tos

sí, me estoy comiendo una paleta, un helado de limón que se resiste ante el inclemente calor que está haciendo en esta hermosa ciudad. Sin embargo, oigo truenos en los altos cielos y los relámpagos alumbran la noche... no sé si vaya a llover, pero si es así, seguramente mañana hará más calor aún. Porque la lluvia alborota el calor en mi lugar.

Estoy cansado de esta tos que no quiere irse. Por eso me como mi paleta, a ver si con el frío se asusta y se va. No le he hecho caso, por si le gustara la amabilidad de las pastillas y el reposo; pero no funcionó del todo. La gripa se fue muy rápido, en dos días, creo... el problema es la tos, que todo el tiempo del triduo pascual estuvo acompañándome. Entonces... ¿qué carámbanos pasa aquí?

En fin, ojalá que el helado de limón haga su trabajo y quedemos en paz felices y contentos.

Si no... pues ya estaré afónico..jajajaja

Addio

19 abril 2006

Agradable tarde

El sol caía aplomo sobre las gastadas calles de la ciudad mientras caminaba hasta la facultad, al llegar a la puerta, una mano agitada me llamó al otro lado del claustro, al pie de la escalera. Reconocí la mano, revolviendo el aire alrededor como revueltos son sus días, llenos de un burbujeante ritmo sin compás. Llegué y entré a un cachito de ese mundo que revela de a poquitos cuando nos vemos, en los gratos momentos en que la rueda nos lleva a coincidir en espacio, tiempo y en intenciones.

Sentado al frescor de la escalera, oyendo atento dos o tres palabras distraídas que tocaban el murmullo que hace a la escuela. Recordando algunas imágenes y mirando otras para recordarlas después, con más calma, para cuando los sueños no me dejen dormir. Ella es Lucía, él es Xavier; hermanos de tiempo, compañeros de camino, mendrugos y banquetes. Luego salir a la inclemente resolana que nos esperaba paciente.

Una vieja casa atrás del legendario templo, ahora es un lugar de encuentro para todos aquellos que buscan un sitio donde poder comenzar lo que no quieren que termine. Un café, en el patio de una casa que nos recuerda el paso de los peninsulares por estas latitudes. La mesa pequeña en un rincón, un moka frío que sirve de preámbulo para una charla amena que sólo las paredes harán perpetua al tiempo. Ella dejando que su voz hiera el silencio y cobre vida, mostrando la luminosa sonrisa, un poco apagada por el tiempo y la vida, que se empeña en borrarla algunas veces. Yo, absorto en su simbólica palabra, la sensatez de su expresión y la chispa que anima los sonidos.

Haciendo un pequeño paralelo, me atrevo a transportarnos al jardín aquel de nuestra infancia, remotos tiempos en los que soñar era lo más que teníamos, cuando la vida tenía muy pocos tonos y matices. Ha pasado un tiempo, es cierto, y sin embargo estamos reunidos, frente a frente, conociendo otra vez al amigo de ayer... contrastando y sonriendo ante el nuevo; sabiendo que todo tuvo que pasar para volver a coincidir, ahora distintos, ahora crecidos.

¿De qué hablamos? De aquello que la vida encierra detrás de cuanto pasa en este plano, de los proyectos vivos, de las lecciones aprendidas después de alguno que otro catorrazo, de los compañeros de camino que han caído y ahora nos vigilan desde arriba, de un clic en el que quiero dejar de creer mientras la miro; ¡qué contradictorio suelo ser!

El tiempo se escurre y eso lo sabe la clepsidra más que nadie. La fresca oscuridad asomó a nuestra tierra y pasó sin que le abriéramos la puerta. Cuando nos dimos cuenta, era hora de seguir con el día, de preparar la cena, de correr a la casa. Seguimos caminando y sonriendo bajo un cielo opacado por las claras bombillas.

Una gran avenida, caminar aprisa para llegar al otro lado, mientras yo la veía, sabiendo que tendremos otra tarde muy pronto. Gracias por tu sonrisa, mi entrañable amiga.

18 abril 2006

Una historiecilla

La historia, encontrada en un fotolog de una amiga chilena hace unos días. Me gustó.

LA HISTORIA DE TRES ARBOLES..... :D

Erase una vez, en la cumbre de una montaña, tres pequeños árboles vivían juntos y soñaban sobre lo que querían ser cuando fueran grandes. El primer arbolito miró hacia las estrellas y dijo: "¡Yo quiero guardar tesoros, quiero estar repleto de oro y ser llenado de piedras preciosas.
Yo seré el baúl de tesoros más hermoso del mundo!"


El segundo arbolito miró un pequeño arroyo y sabiendo que su camino lo llevaría al océano dijo: "¡Yo quiero viajar a través de aguas temibles y llevar
reyes poderosos sobre mi. Yo seré el barco mas importante del mundo!".

El tercer arbolito miró hacia el valle que estaba abajo de la montaña y vió hombres y mujeres trabajando en un pueblo, "Yo no quiero irme de la montaña nunca. Yo quiero crecer tan alto que cuando la gente del pueblo se pare a mirarme , ellos levantarán la mirada al cielo y pensaran en Dios. Yo seré el árbol mas alto del mundo!"

Los años pasaron. Llovió, brilló el sol y los pequeños árboles crecieron alto. Un día, tres leñadores subieron a la cumbre de la montaña. El primer leñador miró al primer árbol y dijo: "¡Que árbol tan hermoso es éste!", y con la arremetida de su hacha brillante el primer árbol cayó. "Ahora me deberán convertir en un baúl hermoso, deberé contener tesoros maravillosos!", dijo el primer árbol.

El segundo leñador miró al segundo árbol y dijo: "Este árbol es muy
fuerte, es perfecto para mí", y con la arremetida de su hacha brillante, el segundo árbol cayó. "Ahora deberé navegar aguas temibles!", pensó el segundo árbol , "Deberé ser un barco imponente para reyes temidos y poderosos".

El tercer árbol sintió su corazón sufrir cuando el último leñador lo miró. El árbol se paró derecho y alto y apuntando ferozmente al cielo. Pero el leñador ni siquiera miró hacia arriba y dijo, "cualquier árbol es bueno para mí". Y con la arremetida de su hacha brillante , el tercer árbol cayó.


El primer árbol se emocionó cuando el leñador lo llevó a una carpintería. Pero el carpintero lo convirtió en una caja de alimento para animales de granja. Aquel árbol hermoso no fué cubierto con oro,
ni llenado de tesoros, sino que fue cubierto con polvo de cortadora y llenado con alimento para animales de granja hambrientos.

El segundo árbol sonrió cuando el leñador lo llevó cerca de un embarcadero, pero ningún barco imponente fue construido ese día. En lugar de eso, aquel árbol fuerte fué cortado y convertido en un simple bote de pesca, era demasiado chico y débil para navegar en el océano, ni siquiera en un río, entonces fue llevado a un pequeño lago.

El tercer árbol estaba confundido cuando el leñador lo cortó para hacer tablas fuertes y lo abandonó en un almacén de madera. "Que estará pasando", fue lo que se preguntó el árbol, "Yo todo lo que quería era quedarme en la cumbre de la montaña y apuntar a Dios".

Muchísimos días y noches pasaron. A los tres árboles ya casi se les habían olvidado sus sueños. Pero una noche, una luz de estrella dorada alumbró al primer árbol cuando una joven mujer puso a su hijo recién nacido en la caja de alimento. "Yo quisiera haberle podido hacer una cuna al bebé", le dijo su esposo a la mujer, la madre le apretó la mano a su esposo y sonrió mientras la luz de la estrella alumbraba a la madera suave de la cuna. Y la mujer dijo, "Este pesebre es hermoso". Y de repente, el primer árbol supo que contenía el tesoro mas grande del mundo.

Una tarde, un viajero cansado y sus amigos se subieron al viejo bote de pesca. El viajero se quedó dormido mientras el segundo árbol navegaba tranquilamente hacia dentro del lago. De repente, una impresionante y aterradora tormenta llegó al lago, el pequeño árbol se llenó de temor, él sabía que no tenía la fuerza para llevar a todos los pasajeros a la orilla y salvarlos del viento y la lluvia. El hombre cansado se levantó y alzando su mano dijo "calma". La tormenta se detuvo tan rápido como comenzó y de repente el segundo árbol supo que llevaba navegando al rey del Cielo y de la Tierra.

Un viernes en la mañana el tercer árbol se extrañó cuando sus tablas fueron tomadas de aquel almacén de madera olvidado. Se asustó al ser llevado a través de una impresionante multitud de personas enojadas. Se llenó de temor cuando unos soldados clavaron las manos de un hombre en su madera. Se sintió feo, áspero y cruel. Pero un domingo por la mañana, cuando el sol brilló y la tierra tembló
con júbilo debajo de su madera, el tercer árbol supo que EL AMOR DE DIOS HABIA CAMBIADO TODO.
Esto hizo que el árbol se sintiera fuerte, y supo que cada vez que la gente pensara en el tercer árbol, también pensarían en Dios. Eso era mucho mejor que ser el árbol mas alto del mundo.

17 abril 2006

Felices Pascuas

Con cada sonrisa brillante...
Con cada caricia sincera donada en el regazo de una madre...

Con cada beso amoroso de buenos días...

Con cada aliento a la mitad de la jornada...

Con cada palabra sincera que libera al alma de sus ataduras...

Con cada canción que se entona desde el corazón...

Con cada impulso creador en la mente humana...

Con cada amanecer que toca nuestro interior...

Con cada atardecer que se lleva la nostalgia...

Con cada pedazo de paleta que un niño te regala...

Con cada sueño relatado a los pies de un Sagrario...

Con cada oído atento a la voz de la experiencia...

Con cada risa infantil, casacada de alegría...

Con cada paso encaminado hacia el Reino...

Con cada trozo de corazón
que vamos dejando en el camino,
como semillas del Reino
para que fructifiquen...

Jesús vive


Criiiistoo, Criiisto ¡Vive!

La tarde del Viernes Santo asistimos a la Liturgia del día, tocamos y cantamos, acompañamos a la procesión del Santo Entierro: En Oaxaca, al terminar la liturgia la gente reunida en el templo sale a dar una vuelta a las manzanas vecinas con una imagen de Jesús guardada en un féretro de madera, con cristales claros que dejan ver al Cristo, lo llaman "El Santo entierro". Llegados al final de la procesión, se reza un poco y se deja la imagen justo al pie del presbiterio. En el templo de la Soledad, una gran cantidad de personas visitan a la Virgen para "dar el pésame" y acompañarla en la noche del viernes. Durante la mañana del sábado, algunos grupos dirigen rosarios y oraciones para acompañar en la espera a María.

Después de participar en los actos litúrgicos del Viernes, el padre Aureliano nos pidió verlo en la mañana del siguiente día. Así, el Sábado a las 9 de la mañana lo vimos y nos explicó grosso modo el desarrollo de la Vigilia Pascual y dónde quería que entráramos. Conseguimos 15 lectores, descubrimos algunas imágenes y regresamos otras a su lugar. En pocas palabras, arreglamos la casa. Fue algo lindo vernos trabajar y colaborar en la preparación de la Vigilia.

Ya en la celebración en sí, huelga decirlo, cantamos. La misa fue bonita, aunque siempre resultará extraño para mi mente escuchar las campanas del Gloria a las 9 de la noche ... en fin, gajes del oficio, ¿no?

El domingo nos trajo algunas sorpresitas. Tocamos nuestra misa de las 12, el Padre Aureliano se despidió y la gente le brindó un aplauso de despedida. El padre se va a Juquila, ojalá que lo de la celebración juvenil se anime cada vez más. Ya nos metió ahí y por nosotros no va a quedar.
Luego, al final de la misa Doña Coty nos dijo que el padre Chucho había pedido que tocáramos la misa de 8 de la noche. Así las cosas, tocaríamos tres misas de Pascua. ¡qué emoción!

Y claro, la sorpresa mayor fue de nosotros para el domingo. Un canto nuevo, una versión lo más cristiana posible de "We will rock you!" Por eso el título, en vez del estribillo inglés, hicimos lo que está escrito arriba. Las estrofas las compusimos entre todos los que ensayamos el Viernes Santo. Así que, bueno, imaginen la escena, afuera rezando un solemnísimo rosario a la Virgen de la Soledad, adentro, una bola de revolucionarios greñudos haciendo estrofas relativas al Triduo Pascual ¡con la canción de Brian May!

Las luces encendidas en la Basílica de la Soledad, el padre Aureliano dando la comunión, las viejitas felices hincaditas esperando una señal divina, los chavos agradeciendo... que ya mero acababa la misa, y de pronto: un bote de Pepsi-cola, el sonido chillante de una voz gastada por el esfuerzo del Triduo, pero renovada ante el palpitar del corazón entregado a Chucho, pum-pum-pá, pum-pum-pá ... "Jesús murió en la cruz por ti y por mí... Cristo, Cristo ¡Vive!". Al finalizar el canto, la gente guardo un silencio casi de Viernes Santo (no sé bien por qué ..jaja) A la salida en padre sólo hizo un feliz comentario a Gera...

Ah, pero no piensen que ahí acabó todo: ¡No! En la misa de Pascua, con una interesante homilía del padre Gopar y un sentido mensaje a nosotros, el coro, cantamos con este corazón entregado también. Al momento de la comunión, la deliberación... ¿qué hacer? Cantamos el himno pascual de Filipenses. Y al terminar, con el "Demos gracias a Dios, Aleluya, aleluya" Los muchachos clamaron: "el bote, el bote" Y el bote volvió, pum-pum-pá, pum-pum-pá... "Ahora que lo sabes busca inspiración, ayuda a tus hermanos cumple tu misión; no basta rezar, no basta hablar, no basta cantar es preciso actuar... Criiisto, Criiisto ¡Vive!" Fue pletórico, los chamacos cantando, el padre, recargado en el altar observando, como quien se detiene a mirar a los hijos mientras hacen una travesura y sonríe; algunos de atrás aplaudiendo con nosotros... Y al final, un aplauso, que como dijo el salmista "no a nosotros, sino a Ti sea toda la gloria".

Porque sí, este mundo puede cantar y proclamar que Él vive, creer que está vivo porque hay una chispa de Él en cada uno de nosotros, cada paso, cada mano... cada canción es una Buena noticia: llenemos al mundo con Buenas noticias:

Jesús está VIVO

14 abril 2006

Amo estas palabras

¿Alguna vez has escuchado o vivido una despedida?, ¿algún amigo tuyo te ha dicho adiós porque debe morir?, Alguien con quien hayas pasados tres años de aventuras y más. Anoche, mientras estaba en la misa verpertina de la Cena del Señor, vino a mi mente el pasaje del evangelio de Juan en el que cita una oración pronunciada por Jesús en la Última Cena. En ella, encomienda al Padre a sus amigos, todo cuanto se dice en esa cena es realmente emotivo, memorable: es la despedida de Jesús.

Por ahora sólo pondré el texto, quizá más tarde vuelva y haga un poco de trabajo sobre él. Antes debo decir que ésta es una de las partes que más amo de ese evangelio, mi favorito de los cuatro, por cierto. En la cena del amor, el Maestro dijo así:

Así habló Jesús, y alzando los ojos la cielo, dijo: "Padre, ha llegado la hora; glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo te glorifique a ti. Y que según el poder que le has dado sobre toda carne, dé también vida eterna a todos los que tú le has dado. Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti el único Dios verdadero, y al que tú has enviado, Jesucristo.

Yo te he glorificado en la tierra, llevando a cabo la obra que me encomendaste realizar. Ahora, Padre, glorifícame junto a ti antes de que el mundo fuese. He manidfestado tu Nombre a los hombres que tú me has dado tomándolos del mundo. Tuyos eran y tú me los has dado; y han guardado tu palabra. Ahora ya saben que todo lo que me has dado viene de ti; porque las palabras que tú me diste se las he dado a ellos, y ellos las han aceptado y han reconocido verdaderamente que vengo de ti, y han creído que tú me has envidao.

Por ellos ruego; no ruego por el mundo, sino por los que tú me has dado, porque son tuyos; y todo lo mío es tuyo y todo lo tuyo es mío; y yo he sido glorificado en ellos. Yo ya no estoy en el mundo, pero ellos sí están en el mundo; y yo voy a ti.

Padre santo, cuida en tu nombre a los que me han dado, para que sean uno como nosotros. Cuando estaba yo con ellos, yo ciudaba en tu nombre a los que me habías dado. He velado por ellos y ninguno se ha perdido, salvo el hijo de la perdición para que se cumpliera la Escritura. Pero ahora voy a ti, y digo estas cosas en el mundo para que tengan en sí mismos mi alegría colmada.

Yo les he dado tu palabra, y el mundo los ha odiado, porque no son del mundo; como yo no soy del mundo. No te pido que los retires del mundo, sino que los guardes del Maligno. Ellos no son del mundo, como yo no soy del mundo. Santifícalos en la verdad: tu palabra es verdad.

Como tú me has enviado al mundo, yo también los he enviado al mundo. Y por ellos me santifico a mí mismo, para que ellos también sean santificados en la verdad.

No sólo ruego por éstos, sino también por aquéllos que por medio de sus palabras creerán en mí, para que todos sean uno. Como tú, Padre, en mí y yo en ti, que ellos también san uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado. Yo les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno como nosotros somos uno, yo en ellos y tú en mi, para que sean perfectamente uno y el mundo conozca que tú me has enviado y que los has amado a ellos como me has amado a mí.

Padre,
los que tú me has dado
quiero que donde yo esté
estén también conmigo;
para que contemplen mi gloria,
la que me has dado,
porque me has amado
antes de la creación del mundo.

Padre justo,
el mundo no te ha conocido
pero yo te he conocido,
y éstos han conocido
que tú me has enviado.

Yo les he dado a conocer tu nombre
y se lo seguiré dando a conocer,
para que el amor con que tú me has amado esté en ellos
y yo en ellos."
Jn, 17

Si tienes la oportunidad, toma una biblia y lee despacio, saborea el texto de la Última Cena de Jesús como la narra Juan; sigue con la pasión (que hoy se lee en la liturgia) y recuerda que no hay amor más grande que el que da la vida por sus amigos.

12 abril 2006

Una canción

Hoy, escuchando la radio en la mañana, medio adormilado aún por la resaca de un día difícil, me topé con una canción que llamó mi atención. Es algo antigua, y se me hizo muy raro que la pusieran en la programación regular; supongo que será una señal, ante ciertas circunstancias que rodean mis pasos últimamente. En fin, como quiera que ésto sea, pongo aquí un extracto sólo.

Del Maestro, George, esto que va más o menos así:

I look at the world and I notice it’s turning
While my guitar gently weeps
With every mistake we must surely be learning
Still my guitar gently weeps
I don’t know how you were diverted
You were perverted too
I don’t know how you were inverted
No one alerted you.


Y es que de pronto mi vida ha ido tomando giros diversos, como quien recuerda que dentro de su propio sueño había algo más, y se devana los sesos buscando ese detalle que encierra el completo significado; la clave de aquello que soñó. De pronto, de la nada, surge aquel punto, como una pequeña e insignificante luz, no muy potente, pero que mientras se acerca, más se aleja. Él sabe que la tiene que alcanzar pero, ¿lo hará?, o una pregunta más estremecedora. ¿en serio quiere hacerlo?


10 abril 2006

Una ida y una vuelta

Por Oti Baggins (ja, ja, ja)

Era temprano, la misa empezó cuando nosotros no estábamos del todo listos y, sin embargo, pudimos cantar (o cantamos como pudimos, según se quiera ver) "Viva Cristo Rey" al entrar el padre Aureliano. Los muchachos, novatos, no proyectaron la voz con la sonoridad que en los ensayos habíamos obtenido; en fin. Un domingo de Ramos cualquiera, por decirlo así: las palmas verdes puestas en una mesa para las personas que no asistieron a la procesión de la mañana y quisieran aligerar su conciencia; el monito de Chucho en un burro con freno y riendas (!); el evangelio más largo de todo el año litúrgico, dicho sea de paso mal leído por cuatro lectores. (No me refiero a la calidad de la lectura, sino a la secuencia; además el padre no hizo la parte de Chucho. ¿Còmo se supone que saboreara el evangelio, eh?

Terminó la misa y empezó la espera. Una larga espera porque además de nosotros, Jesús Milagro y Esperanza, irían otros muchachos que tocan misa a la misma hora en el templo de abajo. (Sí, Oaxaca está llena de templos, jaja) Cuando llegaron, nos enteramos por José, un muchacho alto y flaco, que no habría camioneta. Luego de un rato de divagar y tratar de pensar qué hacer una muchacha le habló a su papá. El hombre aceptó a llevarnos después de un rato de labor de convencimiento... En fin, después de una hora de espera y algo de sol en nuestros hombros, salimos con rumbo a la presa de San Lorenzo.

Hicimos sólo dos paradas en el camino, una para cargar gasolina y la otra para comprar quesillo. Después vino una tremenda sorpresa para todos los viajeros: la presa resultó un charco gigantesco enmedio de un paraje yermo. El color café claro de la tierra, el cerro, pocos árboles en algunas partes de la orilla: sí, aquello no era como lo imaginamos. Hubo protestas, gritos de crucifixión (muy ad hoc, ¿no?) y luego, la resignación propia de unos muchachos que no querían viajar a ningún otro lado y que prefirieron quedarse, sentarse alrededor de una guitarra a oír unas canciones de Arjona, otras de Silvio, otras de Rata... en fin.

La carne, mientras tanto, estaba siendo cocida por los hábiles Gera, Adriana y Chivi. Erika, Caro y Xhuna se dedicaban a untar las tlayudas (tortillas gigantes) con asiento, deshebrar el quesillo y preparar la panza. Había agua, pero nadie se metía a nadar, simplemente había desilusión en el corazón. Ja, ja, ja. [Junto a los ríos de Babiilonia colgábamos nuestras arpas...]

Faltaba hielo y tres valientes se animaro a ir por él: Pablo, Oscar y Will. Regresaron algún tiempo después, con tres bolsas de hielo que se fue como agua (!) Recordamos a nuestros antepasados neanderthales con eso de la piedra para romper el hielo, las manos en vez de pinzas para tomar cuanto necesitábamos.

Cuando al fin estuvo listo todo, las tlayudas fueron saliendo, de dos en dos, hacia los hambrientos comensales que, a la sombra de dos o tres árboles crecientes a la orilla de la "presa", añadieron carne a la tortilla e hicieron los honores al suculento manjar. Comimos poco para lo que habíamos planeado, con lo que sobró se hará un recalentado hoy. (supuestamente)

Después de comer, cosa que fue irresponsable, Oscar, Gera, Luis y Juan se metieron a la presa. Los primeros dos la cruzaron, los otros dos jugaron como un par de oseznos sacados de una película de Disney... en fin. Volvimos a los autos y emprendimos la marcha hacia el pueblo: San Felipe Tejalapam, Etla.

Llegamos y estuvimos un rato ahí, conociendo, jugando una peculiar variante de fútbol. Pero el sol ya casi se metía, debíamos darnos prisa en volver, porque con las sombras, las criaturas de la noche salen a hacer su ronda por el mundo de los vivos. Era algo que no queríamos ver... Jajaja. Además, el presupuesto se había agotado por completo y sólo quedaba un camino a seguir: Oaxaca.

Jugando carreritas nos vinimos. Pablo en su vocho llegó primero a La Soledad, pero se detuvo a decir que teníamos que bajar en San José, así que perdió su Pulp-position y ambos carros (Oscar en su compacto y el señor de la camioneta) nos rebasaron. Como quiera que sea, la aventura pareció compensar la diversión que quizá faltaba en el corazón de los chamacos. En lo particular, iba rezando por no matarnos... bueno.

Una vez abajo, decidimos que era tiempo de volver a casita cada quién. Aunque algunos de nosotros nos quedamos un rato más. Diego, Christian, Gera, Juan y yo nos fuimos a un Italian Coffee cualquiera (el de Santo Domingo) para tomarnos un cafecín. Y comenzó la cacería infortuita.

Me sentí como un mudo espectador de la primera noche de Louis como vampiro, cuando Lestat le enseñó como debía alimentarse. Sólo que mis hermanos de noche se comportaban como leones que buscan sin querer encontrar, como temiendo aquello que vayan a encontrar. Así, pasaron dos, tres ocasiones. Ir, decididos, volver vencidos con un buen pretexto que contar. Yo, que no iba buscando, sino sólo viendo, como casi siempre, reí a gusto por tan desafortunados lances. No soy un conquistador, soy realmente malo para eso del "ligue"; precisamente porque no creo en ello.

Volvimos a la cas de Diego por las cosas, yo tomé un taxi de regreso y me vine viendo la luna, aún creciente, escuchando las canciones de los Maestros: Anna, And I love her, 'till there was you... Llegué a la cass tranquilamente y como ya eran las once, sólo me tumbé en la camita, cerré el ojito y hasta la mañana siguiente.

Ha sido así, que fuimos y vinimos en un recorrido extraño, un poco errático pero con la mejor intención. Esto fue lo que pasó grosso modo. Allá la historia que nos juzgue. Yo ya hablé.

08 abril 2006

╠═ De Sabines ═╣

Anoche, mientras dejaba que el sueño me fuera venciendo poco a poco en casa de mi primo, leía al maestro Sabines y dejaba que su río de palabras me bañara; no esperaba otra cosa y, sin embargo, vino a golpearme uno de sus escritos con una fuerza que captó mi atención. Hoy en la mañana estuve releyendo las líneas viejas que cobran vida bajo mis desvelados ojos. Sí, me gustó. No te puede explicar por qué, es como con el café: podremos aducir el sabor, aroma y la tibieza... qué sé yo; pero no haremos que el otro sienta lo mismo que nosotros, aunque el café venga del mismo grano disuelto en la misma agua. Simplemente, en la vida, cada uno tiene su propia versión del elefante. Ayer Sabines me golpeó con la suya.

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Digo que no puede decirse el amor
El amor se come como un pan,
se muerde como un labio,
se bebe como un manantial.
El amor se llora como a un muerto,
se goza como un disfraz.
El amor duele como un callo,
aturde como un panal,
y es sabroso como la uva de cera
y como la vida es mortal.

El amor no se dice con nada,
ni con palabras ni con callar.
Trata de decirlo el aire
y lo está ensayando el mar.
Pero el amante lo tiene prendido,
untado en la sangre lunar,
y el amor es igual que una brasa,
que una espiga de sal.

La mano de un manco lo puede tocar,
la lengua de un mudo, los ojos de un ciego,
decir y mirar.
El amor no tiene remedio
y sólo quiere jugar.

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07 abril 2006

Esto no es una elegía

Dijo alguna vez Silvio Rodríguez: "Siempre que se hace una historia, se habla de un hombre, de un niño o de sí; pero mi historia es difícil. No voy a hablarles de un hombre común."

Hoy es cumpleaños de mi amiga Cynthia. Debo decir que estoy feliz porque Dios me haya dado la oportunidad de que nuestros caminos se encontraran. Si alguien preguntase: ¿Quién es ella? La respuesta sería más compleja de lo que puede parecer.

Kitti (como la llamo cariñosamente... por esa bendita tendencia al rosa) es un ser angelical. Sí, tan buena compañera de camino como Rafael, tan hablantina como Gabrial, tan temperamental como Miguel. Yo sé que a pesar de lo sonriente y radiante que luce casi siempre, su alma es un cuadro barroco con una infinidad de matices. Para aquellos que la admiran de lejos, les parecerá una sola explosión de color; para aquellos que nos hemos asomado al pozo de su corazón, ella es más bien como pequeños salpicones de muchas gamas coloridas que reflejan la luz lo más alegremente posible.

Su corazón es grande, pero es mayor su capacidad para amar, para sanar, para sonreír (incluso en las adversidades) No he visto una mujer con tanto amor para dar, con tanta expresividad al hacerlo. Mención aparte, claro, merece la efusividad. Cynthia es un pequeño huracán (¿han visto a Dizzy?) que saluda a todos a su paso, que se detiene a compartir un momento con los demás. Esto último me lleva a la entrega que pone en sus relaciones: Kitti deja el corazón en cada amigo que tiene (con los pros y contras que esto implica) y no le importa desprenderse de una pulsera o un reloj para hacer sonreír a una amiga.

Soñadora e idealista, nuestra amiga a veces puede parecer pecar de ilusa, pero no. Ciertas experiencias en estos casi dos años han hecho que su ser madure un poco más. Ahora no es la misma niña de familia que llegó a Burgoa una mañana al primer lugar de la fila. Tiene más conciencia de su vida, de sus proyectos, de sus ambiciones, de su presente. Le da un lugar en su corazón a cada cosa: la carrera, Fernando, su familia (cada santo en su nicho, por supuesto), los amigos felices, los compañeros. Bueno, hasta los "x" (como dice ella) tienen algo que ver después de todo.

Su presencia impactante, su sonrisa contagiosa (no es despeinada, eh!) su peculiar sentido de la moda, su cariñoso y efusivo saludo, su espontaneidad y entusiasmo son la prueba fehaciente de que Dios está con ella, que le ha otorgado una chispa para que encienda los corazones que la rodean.

Gracias por compartir esa luz de Dios con nosotros. Amadísima Kitti.

Ya sabes: tú dices rana, y yo brinco.

06 abril 2006

Un pequeño respiro

Después de un mes de clases y un poco de traesuras hemos salido de vacaciones. Algo bueno, poque nos permite respirar un poco.

Puedo decir que para mí es un alivio esta semana. Porque ahora necesito algo de tiempo para arreglar mi cuarto. En serio necesita una manita de gato, el cubil ahora sí que le hace honor a su nombre. Así las cosas, espero poder encontrarme en un cubil más limpio y organizado la próxima semana.

Además, debo organizar mi tiempo, porque con tanta clase y ensayo ya no he tenido tiempo para dedicarle al blog. Publico lo que puedo, pero no con la calidad que quisiera. Por tanto, creo necesario reacomodar mi agenda.

Y.. pues bueno. Creo que es todo por hoy. Mañana es el cumpleaños de una amiga muy especial y muy amada por mí, su novio (galante muchacho dedicado al arte lírico) me ha pedido que vayamos a dejarle mañanitas. Lo veré a las seis y media ¡de la mañana! Es tarde y debo ir a dormir.

So: I'll see you tomorrow; I'll post a picture from Kitti's birthday

Otra vez abrí el baúl

AJPM

Celaya de la Purísima Concepción
septiembre de 2002

Ante las cartas de mis hermanos Athos y Akira.

Yahvé dijo a Abraham: "Vete de tu tierra, de tu patria y de la casa de tu Padre a la tierra que yo te mostraré"
Gn. 12, 1-2a

Así me has llamado, Señor, hacia una tierra nueva. Aquí estoy de extranjero, pero sin sentirme realmente extranjero. Tú eres quien nos sostiene en este caminar.

Dentro de aquello que dejé físicamente, pero que aún llevo tatuado en el alma, está la amistad sincera de Oscar y Betsabé. Sabía que se amaban (aún lo hacen) pero no tenía conocimiento de las tan profundas verdades que me han sido reveladas.

Hoy, me has hecho ver que como religioso la mejor ayuda que puedo ofrecer es el amor en la oración más sentida, elevada hacia Ti por ellos y yo. Los amo profundamente y tante te amo a Ti, que en ellos veo tu imagen atribulada: es por eso que te pido por su bien.

Para ellos y para todos estoy en este sendero. No estoy de acuerdo con mucho de los que han hecho, sin embargo he de reconocer que el Juez sólo eres Tú (Cfr. Ap 5,12) y por ello mi nada sólo ha de amarlos.

Gracias, oh Dios, por su amistad. Por ellos, hoy te elevo una plegaria de Amor.

Haced lo que que Él os diga.

ORHR
Novicio Sch P.

Vaya con las cosas que escribía de novicio, ¿no? Hasta con citas bíblicas empezaba. En aquella ocasión recibí dos cartas de mis amigos. No diré lo que me contaron en esas líneas, pero sí puedo decir que era algo que me hizo enojar, sentirme un poco triste por ellos. Estaba en hora libre, así que bajé muy emputado a la capilla y le reclamé a Dios no poder estar ahí, con ellos para apoyarlos.

Al rato de estar sentado, con la cabeza entre mis manos, con las líneas en mi mente y mi impotencia en el corazón, me di cuenta de que yo estaba ahí y lo único que podía hacer era orar. Dios haría el resto, porque su Misericordia alcanza para todos los que quieran cobijarse bajo ella. Me arrodillé y me quedé ahí otro buen rato; sólo que ahora no reclamaba.

No siempre he tenido la fe que tengo ahora. Ha sido un proceso hecho de cuestas y duras experiencias, de consuelos y alegrías, de lecciones sencillas, pero difíciles de aprender. Es que Dios tiene una forma extraña de enseñarnos las cosas. No las comprendemos a la primera y sólo su gracia nos ayuda a caminar.

Escribo todo esto porque ahora estoy en una situación similar. Ya no estoy en el seminario, pero estoy "lejos" de una amiga muy querida en mi corazón y mi espíritu. Me duele saber que me necesita y no puedo darle un abrazo fuerte y que sus oídos escuchen un "Yo estoy aquí, no tengas miedo. Vamos a salir de esto juntos"...

Así que me valgo de esta botella lanzada al mar para hacérselo saber. Para que sepa que estoy orando por ella. Que todas las cosas tienen una solución y que Dios no mandó a su Hijo para amolarnos, sino para salvarnos. Que en mí tiene un amigo sincero, un corazón abierto y un apoyo incondicional. Lo que necesites, mujer de Aquiles. Ánimo, no temas actuar, mira que el Señor te ha bendecido ya. Te amo.

04 abril 2006

Los tres

A la luz de una vela, los hermanos apenas podían mirar sus rostros. Cuando se ama, ya no es necesario ver, sólo dejar que el sentimiento crezca y el corazón nos confirme la presencia del otro. El cuarto era amplio, de un adobe que dejaba que el olor de la tierra, mojada por la lluvia que caía afuera, entrara. Estaban solos; eso creían, a pesar de que sus corazones palpitaban rápidamente hasta estremecerlos. El viento comenzó a soplar con algo de fuerza, y el móvil de la entrada del cuarto vibraba con cada arremetida. Su tintineo agudo enmedio de la oscuridad reinante podía helar la sangre de cualquiera.

Pero ellos estaban ahí, quietos, mudos; como si de salinas estatuas se tratase, como aquellas gárgolas que custodiaban el lugar, alumbradas por una vela para saber que un extraño se venía. Sus ojos fijos en la vacilante llama, a punto de extinguirse debido a una ráfaga de viento que cruzó por la rendija entre dos tablas de la puerta.

La lluvia había cesado ha poco y el frío que viene después caló sus pies desnudos. Pero no se movían, seguían ahí. Quietos y mudos como antiguos montes afianzados en las entrañas de la tierra. Sus pies dejaron de sentir el frío y se fueron amoratando poco a poco. Un aullido lejano se escuchó, mientras la vela, cansada de luchar, finalmente se apagó.

Tinieblas, silencio. Un silencio que aturdía los oídos. Parpadearon, tratando de acostumbrarse a la ocsuridad. Sólo entonces uno de ellos habló, muy quedo, como un alma hablaría desde su lugar de descanso.

- ¿Cuánto tiempo más?- Dijo aquella voz que apenas era perceptible. Como un quedo murmullo que teme ser castigado por existir. Vanas represiones que el hombre hace de su palabra.

- Debes esperar- Contestó una chillona voz, desde el fondo del cuarto.

Se escucharon los tobillos tronando al levantarse, y luego un cansado cuerpo que caía sobre el piso. Nada más después. Ni un quejido, una respiración, un lamento bajo, nada.

Los tres hermanos permanecían ahí, como esperando por aquello que los salvara de un suplicio que parecía ser eterno. La espera hace que los hombres dimensionemos de formas diversas el tiempo, el mismo accidente visto desde otra luz. ¿Acaso no iba a terminar?

De pronto, un viento impetuoso comenzó a soplar, a bufar; alrededor del cuarto se formó un remolino que desprendió el móvil y lo mandó por los aires. Su lamento cada vez más lejano indicó la magnitud de lo que ocurría allá afuera. Era enorme, mucho de lo que había alrededor de los frágiles adobes del cuarto voló. La construcción, empero, seguí firme. Eran ellos los que la mantenían así.

Dentro del cuarto, el silencio volvió a reinar; a pesar del viento y la furia desatada afuera. La calma pudo más adentro y, en la oscuridad, las manos de los tres se unieron, formando así un círculo. Al viento de afuera, se agregó el decenso de todo cuanto el remolino había atrapado previamente. Una lluvia de piedras y demás objetos cayó sobre el techo de paja. Los hermanos permanecieron inmóviles, quietos, mudos. Nada pudo dañarlos, ni siquiera cuando una de las rocas golpeó el centro del círculo y estalló al estrellarse contra el piso.

Con los ojos cerrados, los tres hombres esperaban que el silencio volviera también afuera. Gritos, sollozos, lamentos, enmedio de una oscuridad cavernosa. El olor a humedad se había ido, no quedaba sino un pútrido olor que venía de afuera. El techo había caído por completo y el cielo se veía rojizo, como cuando va a caer granizo.

Luego, manos. Muchas manos tocaban los rostros de los hermanos. Manos diversas, grandes, fuertes, pequeñas, débiles, suaves, toscas, rudas, gentiles, limpias, llenas de tierra... Se iban acumulando, tocaban cuanto querían, cómo podían. Ellos, inmóviles. Nada más existía, nada que no fueran sus manos, su propio ser, su esencia.

Habían estado ahí por largo tiempo, nadie podía precisar cuánto. Los abuelos contaban que aquellos tres habían sido amigos de sus abuelos, quizá mayores que ellos. Sin embargo, quien fuera a verlos, se encontraba ante la estampa más hermosa que hubiera visto jamás. En medio del bosque, una pequeña casa de adobe con techo de paja, sin más que una puerta y una diminuta ventana por la cual, si te fijabas bien, podías verlos. Muchos dicen que no es verdad; pero quien iba con intención blanca podía verlos. Tres hermosos jóvenes, con cabellos largos que tapaban sus espaldas, vestidos con una túnica clara (no puedo decir si blanca) Los ojos cerrados y los labios juntos, pero dejando un pequeño espacio en la comisura. Sus manos grandes y afiladas estaban a veces juntas, a veces guardadas cerca del pecho. Pies desnudos, aún en las crudas noches de invierno. Sus rostros guardaban una serenidad y una superioridad indescriptibles. Ellos eran Los tres Hermanos.

Hasta que una noche, se sentaron y encendieron una pequeña vela. El momento había llegado. Después de aquella noche, abrieron sus ojos, volvieron al pueblo y vivieron entre aquellos a quienes amaban; porque su corazón estaba abierto al universo, porque lo contenía.

La prueba la superaron porque se tenían unos a otros, porque su amor pudo más, porque la violencia y el odio no son sino mudos gritos en la sinfonía del amor universal.

03 abril 2006

Dios prooverá

El reloj sonó con fuerza al lado de mi cabeza, sabía que era hora. El horario me había quitado una hora de sueño, pero aún así estaba bien. Sólo necesitaba un baño y estaría listo, así que me levanté amodorrado y somnoliento a encender el calentador; unos minutos más tarde estaba bajo el agua deliciosa, oliendo un suave aroma saliendo del bote de shampoo. Así, después de vestirme y desayunar unos deliciosos tamales de támala, salí para la capilla de San José.

El camión hizo más tiempo que de costumbre, por eso llegué corriendo. No me había percatado cuántos escalones tengo que subir cada vez; vi a Gerardo degustando unas enchiladas con pollo. (más bien debo decir que vi el hueso del pollo y un poco de chile en el plato) Nos saludamos y luego hablamos un poco de cualquier cosa mientras esperábamos la memela que había pedido.

Me dijo: "¿Qué tienes? Tienes cara de preocupación". "Sí", respondí yo, "me preocupa que ahora sólo vayamos a estar tú y yo; que no llegue nadie más y que las cosas no resulten como debieran. Ya ves ayer, como estuvo el ensayo". Se me quedó viendo con sus ojos negros, movió la cabeza y me dijo: "Tú tranquilo".

Gera tiene una fe muy grande, muy práctica, muy sencilla. Él sabe que Dios nos da, y siempre le dice a Dios: "Tú sabrás cuando, cómo, dónde; pero nos darás lo que merezcamos y necesitemos. Y eso lo sabes Tú mejor que nadie". Siguiendo esa misma convicción, me dijo que todo era un proceso, luego me dio argumentos que calmaron a mi mente inquieta. Aunque a decir verdad fue su serenidad lo que me hizo entender que estaba haciendo algo que no me correspondía, preocuparse y ocuparse por eso es trabajo de Dios.

Tocamos la misa Gera, Cristian, Chivi-Chi, Erika y yo. Tranquilo y sin novedad, unas gotas de colirio en la homilía para mi ojo que no anda bien de nuevo, y listo. Cuando nos fuimos a la salida, Oscar (a quien llamaré "El Mons") me estaba esperando. Nos fuimos a comer carnitas michoacanas, después de disfrutar una nieve en la plazoleta de la Soledad.

Luego de la comida, se antoja un café, con la preciosa tarde oaxaqueña: cielo azul, el sol bañando las altas paredes edificadas cuando los españoles regían el país, la atmósfera clara de una tarde en el zócalo. Nos sentamos en el "Italian coffee" del zócalo. Acompañamos nuestra charla con un moka frappé y un par de Benson & Hedges que se resistieron a morir, para mi fortuna.

Justo a tiempo, el Mons. me dejó en San José. Bajé a la Soledad y saludé a los hermanos que ya habían llegado. La sombra cubría lo suficiente nuestras cabezas del ahora inclemente sol que fenecía lentamente tras los cerros que rodean el valle de Oaxaca. Poco a poco nos fuimos reuniendo y comenzamos a cantar. El padre Aureliano salió y nos dijo que ya había empezado la misa.

En efecto, llegamos a cantar el Señor ten Piedad. Ahora éramos más. No me pregunten cuantos... me acuerdo de: Diego, Juan, Luis, Didacus, Christian, Paulus, Will, Oscar (Han Solo), Iveth, Caro y Xhunashi (las amigositas), Mitzy (felice) Bibi (Chivi-chivi) Gerakim Skywalker y Yo.

Después de misa nos fueron a traer para una levantada de cruz. Gera y yo pensamos que sólo unos pocos iríamos. El Señor tiene caminos distintos a los del hombre y tenía que darme un jalón de orejas. Así que contrario a lo establecido en mi inútil cabezota, fuimos 12 los apuntados a ir a cantar.

La experiencia fue interesante. Una colonia sencilla, una cruz simple y cobijada por unas láminas. La gente humilde, acompañando a la familia, dejando lo que poseen, sus personas. Amables y atentos para los recién llegados. considerados para aquellos que habíanse pasado con el alcohol, devota mientras se desgranaban las avesmarías...

Cantamos, reímos, bailamos, gritamos, dejamos que la noche nos envolviera y que se desarrollaran pequeños lazos entre nosotros mientras la luna menguante nos vigilaba desde el alto cielo. Esto es un proceso y ahora lo entiendo. El Señor tiene sus tiempos y caminos, ¿quiénes somos nosotros para desconfiar, para dejar de esperar en Él?

Doy gracias a Dios por esta nueva oportunidad. Que sea Él quien reine enmedio de nosotros y que vivamos conforme a su palabra. Que cantemos y sirvamos con Cristo en el corazón.

Imperatur... Christo