17 agosto 2011

Oración

Déjame llenar mis ojos
de aquello que siempre tuve
a mi alcance
y que pronto no estará
para arroparme.

Que el horizonte
venga desde lejos
y me lleve a cualquier parte;
pues mi misión
ha sido dada
y éste no es
un corazón cobarde.

Deambulo lentamente
por tus calles
que me parecen yertas,
cavilo por tus rumbos
que algún día
fueron míos.

Meditabundo,
lleno de dudas y misterios
esperando en
las sombras.
Mas todas las preguntas
se revuelven conmigo.

¿A dónde está la luz
que me dijeron
habría al final del túnel?
Delante
la negrura del
incierto y
el abismo
me abruman.

Sólo Tú conoces la Respuesta
Tú eres Camino.
Guía mis pasos
y acompaña
los de quienes
conmigo
zarpan a la aventura.

Que los caminos
vayan a su encuentro,
que el sol brille
sobre la campiña,
que el viento
suave los impulse,
que la lluvia
refresque sus desiertos,
y que el Señor
haga brillar su rostro
misericorde
sobre todos nosotros.

Amén.

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