Siempre el cambio es un nuevo comienzo. En México tenemos el conocido dicho de "borrón y cuenta nueva." Yo creo que cada alteración en nuestras vidas es un reto de la vida diseñado para enseñarnos algo. Una vez que lo hemos aprendido, nos vuelve a sacudir con la siguiente lección para que no nos estanquemos. La vida es, pues, un constante aprendizaje.
Todo esto porque ayer comencé una nueva etapa en la escuela. Vuelvo a estar como maestro de tiempo completo y me gusta mucho. El peso que había sobre mis espaldas se había vuelto a cierto punto insoportanble y creo que se tomó la decisión correcta. Soy mejor como maestro que como administrador y eso lo reconozco. Aprendí algunas cosas sobre confianza, honestidad, humildad y algunos trucos de la administración de la escuela. No fue un tiempo desperdiciado. Creo que también ofrecí lo mejor a la academia y puse mi empeño en tenerla funcionando.
A pesar de lo improvisado de muchas cosas, la escuela se mantiene. En gran parte son los profesores los responsables de ello. Por otro lado, este malinchismo que nos caracteriza ayuda mucho: ver que la escuela es –o tiene alguna relación con– de Canadá es un gran impulso.
Tengo más ventajas como maestro y la vida vuelve a estar un poco más relajada. El domingo pude ir a Sam's y Office Depot de compras y el Señor me regaló un cielo majestuoso. Hacía mucho tiempo que no me detenía a contemplar la Gran Obra de Dios. Estoy contento, tranquilo.
Como dijo Cueto: "change is good."
No hay comentarios.:
Publicar un comentario