08 febrero 2006

¡¡Papalote!!

La mañana fue fría aquí en Oaxaca capital. Estuvimos a unos 10 grados. No quería salir de mis cobijas, pero una fuerza super poderosa de sacó de la cama. Y así, salté sobre mi tapete, me puse las sandalias y la bata de baño. Encendí el calentador, pues hay un extraño delirio con el gas en esta casa... en fin. En cuanto el agua se calentó, a bañarse. Hacía frío, pero un poco de agua y ¡listo! Cuando terminé de arreglarme, había que ayudar a barrer, a tender la ropa que se habíia lavaado el día anterior. Total que salí de casa después de almorzar, como a eso de las 9 y tres cuartos.


Llegué a casa de Ruth, casi listas estaban ya las señoritas. Emprendimos camino Ruth, Columba y yo para el "centro de convenciones" donde se encuentra el Papalote. Bien subidos al carro, platicando felizmente hasta bajar. Luego, averiguar logística... ummm y ¡comer! Una torta de diez pesos y listos para la acción.


Entramos, el museo móvil del niño está bien puesto; aunque debo decir que tiene pocas cositas. En realidad los enanos tienen en qué entretenerse, pero pues a los 21 años descubres que simplemente tu sentido de la simpleza se ha ido atrofiando. Bueno, pero con lo poco que nos queda disfrutamos lo más posible el maravilloso mundo ante nosotros. Entre la lotería que cumplió el dicho "caballo que alcanza..." y los ladrillitos, el chicle deportado, escuchar, descubrir, construir, apretar, vivir en burbujas felices, acostarse en clavos, ver las estrellas o los agujeros del planetario (ja) y todo eso se nos fue el tiempo y salimos de ahí después de la hora octava.


Lindo regreso en un oloroso camión.... lindo muy lindo (como dice Alejandrucha) Y cuando llegué a casa, me esperaban unos sagrados taquitos. ¡Bendita sea la mano de mi madre! (con todo el paquete, por supuesto) El resto de la tarde, vi September tapes y pues... no me gustó. En fin, había que enseñar que "en oriente nadie quiere a los 'americans', por eso pasa todo".


Y heme aquí. Escribo después de hablar un poquito con tres de mis hermanos de religión: Galo, Balmori y José Luis. A pesar de ya no compartir el espacio, una vez que lo hemos hecho, existe un vínculo y lo sé. Y es bueno saber de ellos, de mis hermanitos. Sepan que están presentes en mis rezos, pillos.


Bueno, parece que es algo tarde, un poco. En fin, mañana será otro día; mañana iremos a hablar con el vicario de La Soledad para ver su proyecto de pastoral juvenil y todo lo demás. Dios nos guarde y María nos acompañe por el camino.


Si no se hacen como niños, no entrarán en el Reino de los Cielos. (Mt 18,3)

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