15 febrero 2007

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Hay varias cosas de las que me gustaría hablar ahora, sin embargo, aún no llega el tiempo de que ciertos ojos lean lo que tengo dentro. Ya viene, sí, pero aún no llega.

Mi primo Guillermo es mi hermano. Desde antes de nacer estábamos juntos simplemente porque los corazones de donde venimos han estado unidos desde siempre. Él se adelantó porque nació en marzo, yo lo seguí tímidamente en mayo. Hay fotos de nuestra infancia donde estamos juntos, cuando chicos la relación tenía -hermanos que éramos- ires y venires entre pleitos y reconciliaciones. Recuerdo que cuando estábamos cursando el sexto año, una riña llegó demasiado lejos y acabé mordiendo su brazo; la marca de mis dientes quedó donde después habría un tatuaje, la presumía ante los amigos y me llamaba "perro". MIles de flores descansan en el cielo y las plantas de mi tía se aterraban cuando salíamos al patio con un balón. Nadie quería ir por la pelota cuando se iba al traspatio, y es que ahí estaba "la casa de la bruja". Jugábamos también con carritos y el tiempo volaba -como siempre- hasta que mi padre llegaba y me tenía que ir.

Llegó la secundaria y nos acercamos mucho más. Las diferencias se conciliaban porque la sangre pesa mucho más, porque el corazón nos dice a quién amar, porque en sus ojos claros siempre ha habido honestidad. Los brazos listos para luchar juntos frente a cualquiera; que nadie toque al otro en presencia del uno, porque el fuego que llevamos dentro nos incendia. Así, dispares como somos hemos hecho un sitio para el otro, donde siempre hay bendición, bienvenida y cariño.

Cuando volví del seminario, cansado de luchas inútiles, escuchó cada cosa. Cuando él cuenta sus aventuras, mis oídos están ahí y mi corazón late. Y así hemos ido creciendo, entre los vuelcos de la vida y tantas historias que no pueden quedar aquí ahora, pero que van dentro del corazón que es mejor memoria que la otra... porque no se interesa en la exactitud como en el amor. Memo y Tilo, aunque la gente diga que son primos, son hermanos.

Y ahora que el tiempo pasa y sigue el rumbo vertiginoso al que nos tiene acostumbrados, lo miro y sé que dará un paso grande, que lo que comenzó acompasado en vals, tiene un ritmo al que aún no puedo llegar (y es que ahora serán más de dos meses la diferencia) Guillermo se casa.

No sé bien qué me pasa... mi corazón habría de estar rebosante de felicidad por él y no es así. Estoy contento, sí; pero no hay algo que incendie mis cenizas. Será sólo que llegué al punto muerto, o sólo que no recuerdo cómo es que se sienten las cosas, o que cuando algo se rompe dentro ya no hay quien lo reconstruya y uno debe seguir entre las ruinas, tratando de adaptarse al nuevo mundo que está adelante. No lo sé.

--... al final de todo este tiempo, sigo solo...--

Me pidió que fuera testigo en su boda. Con gusto asistiré, será una fiesta. La celebración grande vendrá luego, cuando venga un retoño. Ya está, hermano. Hoy quiero y espero que seas feliz, que puedas seguir delante acompañado por quien has escogido desde antes, pues la pensaste y la amaste incluso antes de tú enterarte. Que tu barco te lleve a un buen puerto, que aunque hayan tempestades no zozobres, que sepas hallar siempre la estrella que te guíe, que vivas y ése sea tu verbo, tu pan y vino, que la historia que cuenten un día de tus andares, sea un cuento lleno de todo lo que podemos encontrar cuando nos arriesgamos a vivir. Que el corazón sabio, la inteligencia alerta, la fortaleza henchida y la voluntad firme te colmen en tus días. Que disfrutes de aquello que encuentres en tu ruta. Dios te bendiga.

))((

Y dentro de mi pecho vuelven a andar los ciclos. Porque cuanto empieza termina para regenerarse y nacer de nuevo con otros nombres y formas. El negro de hoy será nuestra bandera de paz para el mañana; los sueños que quedan sepultados nutren el árbol que nos cobijará en un momento dado. No sé si tengo fe, pero si sigo vivo, ya es una señal. Aunque no lleven un sentido claro para mí los pasos que voy dando.

Estoy en medio de una noche oscura. No tengo que ofrecer. Girones de mi corazón han sido repartidos hace tiempo y ahora reposan en sitios lejanos, donde aún me acuerdo; o en lugares cercanos que pretendo olvidar, pero no puedo. ¡Cómo me gustaría ver luz de nuevo! Pero no es tiempo aún, ya lo he entendido. Cada dolor nos mata poco a poco, nos recuerda que tenemos una cita con la Negra, que vendrá un día y todo se hará nuevo.

No hay pena, no hay dicha, me siento vacío. Ya no sé y hay noches en que mi empeño ceja, miro mis manos y no me dicen nada. Mis pies llevan un polvo mixto de estrellas y de espinas, señales que se perdieron antes de ser enviadas o quizá en el camino.

))((

La canción para el concurso está lista. Los ensayos de esta semana serán una buena experiencia. Ya vendrá el tiempo, por ahora cantemos. Cierro los ojos y me alejo. Estoy sin estar, ¡qué paradoja! Pero mis palabras se quedarán, porque el logós es eterno y viene de lugares que nosotros no conocemos para llevarnos a donde nació y mostrarnos lo que es y cuanto somos. El lenguaje universal del maestro hace que vibren de otro modo las palabras, es que es un genio. Yo tengo las manos vacías.

2 comentarios:

  1. Sabes hermano. cuando leì este escrito tuyo tan motivador a la soledad, escuchaba al mismo tiempo en los enormes audìfonos la rola de Because de ya sabes quienes. No se lo que dice realmente pero es a la par con tu escribo el ritmo de la canción. Sabes pareciera que puedo ver el futuro en cuanto me he puesto a analizar infinidad de veces la vida de las personas. Creo que he comprendido al fin el porque de mis largos ratos de pensar y pensar, al fin comienzo a reconstruirlos. Pero de algo quiero y estoy seguro, ya vendra tu momento, y entonces otro hermano, amigo-hermano, escriba lo que tú ahora.
    :) Cuando por tu mente pasen estos sentires o pensares, recuerda que estamos muchisimos quienes pedimos y reimos y tambien nos consolamos contigo.
    que de tu corazón salga un.:::

    ¡ IMPERATUR !

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  2. Ya vez que me estoy poniendo actual en estas cosas de los amigos lejanos muy cercanos...

    Sabes Ramón, mientras leía esto me vino a la mente aquella cancion de Delgadillo "La boda del primo Guillermo"... creo recordar que ya antes te comente como me recordaba a ti esa canción, y ya vez que fuí algo profética....
    Es curioso como los ciclos siguen andando y nbosotros aveces somos solo observadores, es interesante como la vida da vueltas y cómo despupes de tanto y tanto andar lo único que nos queda es el cariño forjado a través de años de comunios.... eso es lo maravilloso y creo yo, lo que nos salva de la soledad.... Felicidades a memo y a tí... bueno a ti buen tino para no perder el ritmo de esa hermandad.

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