Mirando un rato las fotos de viejos álbumes y los recuerdos que se agolpan a la mente encontré esto. Es una foto que me llegó como regalo de cumpleaños, si mal no recuerdo, de parte de Adriana (Hinata). En ella, estamos en un tractor que había en la preparatoria. No sé si aún esté ahí.
Dicen que la memoria humana es el acervo más grande, aunque el más cruel de todos los archivos. Yo recuerdo que era una mañana fría, nublada, pero con la hermosura de un cielo despejado y el aroma de la lluvia en el aire. Un poco de pasto húmedo bajo nuestros pies. El techo que hay detrás nuestro es una cafetería donde comprábamos desde cereal hasta papas fritas con catsup.
En aquél entonces, Julio (Porthos), Oscar (Athos) y yo (Aramis) [de izq. a der. en la foto] estábamos juntos para todo. Las vidas de estos amigos que ves aquí estaban tan entrelazadas... pero el tiempo pasa y no perdona a quienes no comparten más que lo elemental. Luego las circunstancias nos comieron.
Hoy recuerdo a mis hermanos. A uno lo quiero y sé de él... pero no puedo ayudarlo como quisiera. Del otro, me enteré de algo demasiado fuerte, que no imaginé fuera capaz de hacer...
Es que la vida va demasiado a prisa... si no estás atento a los dones que Dios te otorga, las oportunidades se van y no regresan. Por eso la memoria suele ser cruel, aunque bondadosa desde otro aspecto. Porque gracias a la memoria nuestras vidas cobran más sentido a nuestros pobres ojos. Como un rompecabezas que toma sentido mientras llegan nuevas piezas... entonces lo que creímos iba de un modo, queda mejor al revés o simplemente debe esperar por otra pieza.
Mientras llega esa pieza que sigo esperando, un brote de la memoria hoy. Un pensamiento suelto hacia el infinito. . . One for all...
Ale!! Aramis....!!
ResponderBorrarEl tiempo no perdona...!!
Pero tambien el tiempo ha mejorado muchas cosas!!
Buena publicación. Me gustó mucho.
(oye, cuentate otro chiste como el de la piñata, estuvo bueno jajaja)