Ayer, por diversas circunstancias (léase me dolía horriblemente mi ojo izquierdo) no pude conectarme ni escribir. Pero hoy ya estoy más desocupado y puedo decirles... resulta que ayer cantamos en clase de italiano. Comenzamos anteayer, de hecho, pero a Ofelia y a mí nos tocó pasar hasta ayer. Cantamos "maledetta primavera" de Ricchi e poveri, canción que hiciera famosa Yuri en una versión en español allá por los ochenta. Y pues creo que no salió tan mal :) jejeje. Con todo y la nerviosa compañerita Ofe.
Eso no fue lo mejor. El Señor me tenía reservado algo especial. La oración al estilo Taizé consiste en dejarse tocar por el Espíritu y entrar en contacto personal con el Dios que nos llama a vivir con Él. Para esto, el canto es muy importante, a manera sálmica se van teniendo cantos en varios idiomas (pues Taizé es un monasterio ecuménico internacional) que nos internan a la experiencia de Dios. Son muy parecido a los "mantras", pero en 'versión cristiana'.
Hubo en la oración un momento, durante la meditación guiada, en la que el Padre Ignacio nos pidió imaginar a Jesús llamándonos por nuestro nombre. ¿qué nombres utilizaría el Señor para llamarnos? Fue hermoso. Y es que a fin de cuentas, yo preferí que me llamara "Tilo", porque así me decía mi núcleo familiar cuando era pequeño. Así me llamaba mi abuela. Ese nombre es especial para mí.
Fue lindo imaginarme sentado con Chucho frente a la fuente de Celaya, inclinados sobre nuestras rodillas, con los codos apoyados en ellas. Su greña echada pa' lante y una sonrisa como diciendo: "Ah, muchachito..." platicando de lo que pudo haber pasado, de lo que pasó y de lo que debió pasar... o simplemente haciéndome saber que mi lugar es aquí y ahora, con Jesús Milagro y Esperanza. Y luego echarme el brazo por el hombro y jalarme... hacerme "cerillo" en el coco.. jaja
El Maestro estuvo presente con nosotros, en medio de una capilla acogedora de la que pronto tendremos algunas foticos :) por aquí.
Eso no fue lo mejor. El Señor me tenía reservado algo especial. La oración al estilo Taizé consiste en dejarse tocar por el Espíritu y entrar en contacto personal con el Dios que nos llama a vivir con Él. Para esto, el canto es muy importante, a manera sálmica se van teniendo cantos en varios idiomas (pues Taizé es un monasterio ecuménico internacional) que nos internan a la experiencia de Dios. Son muy parecido a los "mantras", pero en 'versión cristiana'.
Hubo en la oración un momento, durante la meditación guiada, en la que el Padre Ignacio nos pidió imaginar a Jesús llamándonos por nuestro nombre. ¿qué nombres utilizaría el Señor para llamarnos? Fue hermoso. Y es que a fin de cuentas, yo preferí que me llamara "Tilo", porque así me decía mi núcleo familiar cuando era pequeño. Así me llamaba mi abuela. Ese nombre es especial para mí.
Fue lindo imaginarme sentado con Chucho frente a la fuente de Celaya, inclinados sobre nuestras rodillas, con los codos apoyados en ellas. Su greña echada pa' lante y una sonrisa como diciendo: "Ah, muchachito..." platicando de lo que pudo haber pasado, de lo que pasó y de lo que debió pasar... o simplemente haciéndome saber que mi lugar es aquí y ahora, con Jesús Milagro y Esperanza. Y luego echarme el brazo por el hombro y jalarme... hacerme "cerillo" en el coco.. jaja
El Maestro estuvo presente con nosotros, en medio de una capilla acogedora de la que pronto tendremos algunas foticos :) por aquí.
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