27 mayo 2007

Nacimientos

Dicen que cuando nací, estaba lloviendo a cántaros y que hubo dos apagones, uno antes y otro después de mi llegada. Yo no recuerdo la primera luz que vi, ni mi primer aliento, ni cómo fue que acabé en un cunero, luego con mi madre... pero sé que vine al mundo un 23 de mayo de 1984.


-º-º-ª-º-º-

En mi vida creo haber tenido "otros" nacimientos: momentos especiales por alguna circunstancia, situaciones que tuve que enfrentar y vencì (o no) Los nacimientos dejan huella en mi barro y así mi vasija adquiere otros adornos. Otras veces es preciso reformar tanto, que el único modo es romper la vasija y rehacerla. (aunque en la compostura median Otras Manos)

Ya pasó mi cumpleaños, no quiero dales crónica de lo que viví ese día, sería muy trillado. Quiero más bien hablarles de mis otros nacimientos, algunos con una fecha específica y otros sin ella, porque así como el primero, hubieron momentos en cuya trascendencia no me detuve a considerar y que, sólo en perspectiva, valoro ahora.

No sé cómo fue, ni cuando, ni quién me enseñó... aprendí a leer y mis padres se dieron cuenta cuando pude descifrar lo que aparecía en una revista. Hay toda una serie de leyendas en la mitología familar, hasta el grado de considerarme una especie de prodigio. Personalmente, no voy tan lejos. Considero mi atracción por los libros como algo natural en un niño que, en vez de juguetes, tuvo volúmenes por todos lados en su casa. Por supuesto, el salto de la atracción a la afición y luego a la fruición fue ya cuestión enteramente personal.

Mucho tiempo después, cuando nadie lo esperaba y no tenía la edad para hacerlo, conseguí me admitieran a recibir la Primera Comunión. Había algo que me decía que podía conseguirlo, hice un examen, mi padre acordó con los catequistas que si pasaba aquella prueba, me quedaría y haría mi primera comunión. Aprobé y estuve conviviendo con chicos dos años mayores que yo. Mis primeros gustos por la historia datan de este periodo, (jajaja, aguas, tú, arqueólogo) porque el "maestro" de Historia Sagrada hacía las sesiones tan entretenidas, que los chicos nos pasmábamos delante suyo. Fue muy divertido.


Mi primer viaje a solas lo hice hacia la ciudad de México. Por primera vez los conocimientos servían para algo más y fui feliz. Modestia aparte, gané un concurso de conocimientos en la escuela y nos premiaron con un viaje y estancia por una semana en la capital del país. Conocí al presidente (Zedillo, en aquel tiempo) y estuve maravillado ante lo que mis ojos no habían visto y mi cabeza no había imaginado. Volví lleno de otros aires, desentumecido y conciente de que mi corazón ya no pertenecía a un solo lugar: Miahuatlán: me había vuelto un ser vuelto al mundo, un hombre -me atrevo a decirlo- cósmico.


Ése espíritu me llevó a dejar mi terruño cuando terminé la secundaria. Llegar a Oaxaca, solo, novato, ignoto... ha sido una de las experiencias más tremendas de mi vida. Julio me tendió la mano y le agradezco. Cuando mucho después leí por ahí que "el hombre es un ser arrojado al mundo", miré hacia atrás y comprendí perfectamente lo que quería decir. Amo a la ciudad de Antequera desde entonces, su ritmo marca el latir de mi corazón y el compás de mis pasos. Este es mi hogar.


Cumplí 15 años, el mismo día hice mi confirmación. El rito católico occidental pide que los cristianos renueven su fe a los 15 años (más o menos) y revivan su bautismo de forma especial. El rito se lleva a cabo dentro de la misa, el Obispo unge a los muchachos con el Santo Crisma (un aceite especial) y los anima a seguir valientes y alegres en la fe. (Didajé Otto, jaja) El caso es que fue un día muy especial. Mis amigos y yo vivimos la ceremonia. Fue mi entrada al movimiento en que mi adolescencia tomaría un rumbo fijo, una historia que se fue tejiendo de amistad, amor, fe, esperanza y alegría. Una urdimbre feliz que tuvo su base en aquel mayo del '99.


Un beso, ¿qué es un beso? Mucho más de lo que puede decirse con palabras. El primero, el que determinó a los demás porque cavó profundo en mi alma. No me refiero, claro está a cronologías simplistas de "mi primera novia fue..." Yo le canto a mi nacimiento al amor que se da y vuelve a ti en el calor de un beso anhelado a la sombra de un salón de clases, justo después de empacar las mochilas y mirarnos a los ojos. Un beso que es todos los besos. Adriana, la mujer.


Su origen se pierde en lugares que desconozco, pero tal vez recuerdo. Su mención tiene que ver con la historia de mi propio espíritu; por eso la tengo aquí. Un trecho de mi jornada la llamé vocación, aunque luego comprendí que la vocación me pedía algo más universal. Tal vez FEF, tal vez la influencia de mi padre, tal vez mi ansia de conocerlo todo, comerme al mundo, tal vez mi corazón desenfrenado, tal vez... Vivir unido a Jesús y consagrar mi vida entera fue un sueño, un viaje que me dio innumerables lecciones, tantas, que puedo decir sin miedo que lo que tengo de maduro y cortamente sabido viene de (otra vez el arqueólogo) este periodo.


Un 19 de julio, con la mañana llena de sol y las ansias ante un momento crucial. En el templo de San Francisco, delante de quienes consideraba el núcleo de todo mi andar, los importantes, los mejores, lo únicos -¡qué sabía yo de unicidad en aquel tiempo!- junto a mis compañeros que, de a poco, habíanse tornado mis hermanos. Yo, Otilio Ramón de Ma. Auxiliadora... Unas frases, el temblor en las piernas y aquello que sólo yo puedo saber y me es imposible decirte. La consecución de un sueño juvenil, la esperanza de encontrar cielos nuevos y una tierra nueva. Mi profesión simple en Celaya, Guanajuato. Yo fui un escolapio.


Todo es circular, donde todo termina es el sitio desde el que un comienzo se traza. Mi vuelta a Oaxaca después de saborear otros polvos, comer de otra sal y beber otros vinos, significa un renacimiento. Después de un tiempo nada supo como yo imaginé, no viví para lo que supuse viviría; pero sigo sabiendo que El Señor pone caminos y nosotros elegimos, Él sigue ahí cualquiera la elección haya sido. Vivimos para Dios desde todas las trincheras porque Dios mismo es un círculo infinito que nos rodea en amor.


Emprender una nueva travesía en busca de un corazón paralelo, lleno de vida y de ilusión. Llegué al oasis que me esperaba y encontré que finalmente -creí- Fátima y yo nos conocíamos. Más mucho me temo que tardará mucho más de lo pensado en dar fruto una semilla que -en apariencia- es tan pequeña y sólo germinó con amor y mimos oníricos. Un amor que sólo en sueños se alcanza, se madura y se fragua; que se alimenta de sueños y sostiene la esperanza, la fantasía, el corazón cobarde que tiene un verdadero valor cuando se encuentra con el Amor. Nací en una noche a la orilla de un río, abrazado a su ser, incapaz de dejarla ir...


= +++ =


Y así, hay tal vez más, no estoy siendo justo... porque ahora estos eventos me parecen trascendentales y luego, seguro, descubriré aquellos que no veo por estar tan cerca, tan cotidianos, tan secillos. Mi vida se va tejiendo y yo escojo los hilos, las tramas, el ritmo...


Aquí estoy, vivo.

4 comentarios:

  1. Gran escrito el tuyo y como bien dices, ha sido incompleto has plasmado lo mas elemental en tu momento (comprendiendo que sabías que una pizza especial venia en camino jeje).
    La verdad esperaba una crónica del 23, pero sabia observación maestro, se hubiese tomado trillado el asunto. En cada experiencia se juntan partes de un rompecabezas que se transformará en un nuevo nacimiento con muchas ventajas y cualidades…

    …………[-_-] ………… Saludos chubaca.

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  2. A gran escrito, volver a nacer... eso no lo he experimentado, esperare.
    Saludos

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  3. Abuelito
    Gracias por las palabras... y claro, gracias por el patrocinio para la publicación de esta entrada.

    Acuayac
    Tal vez ya hayas renacido y no te diste cuenta. La mayor parte del tiempo, no somos conscientes de las consecuencias que nuestros actos tendrán a lo lejos. El horizonte es, después de todo, una delgada línea que se pierde por allá.

    Un abrazo fraterno

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  4. Coincido con tus dos comentaristas anteriores, excelente post, Oti. Que bien has pasado revista a los momentos más intensos o especiales de tu vida.

    La verdad que nunca había pensado en esos propios momentos que a cada uno le pasan, a su modo, como verdaderos nacimientos. Pero tenés toda la razón, son nacimientos. Y son los mejores, porque van siendo conscientes.

    Bueno, otro cumpleaños que me perdí por andar con 10 mil cosas en la cabeza. Te mando muchas felicitaciones atrasadas por el 23 de mayo (mejor tarde que nunca).

    Y creo que los mejores augurios que se te pueden dar es que sigas teniendo una vida llena de "nacimientos".

    Saludos!
    Acho.

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