En la mesa de un café...
hasta el lento caminar hacia mi casa
Esta noche tengo ganas de mirar atrás un poco y volver a vibrar. Mi corazón es agradecido con quien lo ha amado a su tiempo. Ya no acostumbro hacer retrospectivas nostálgicas y llenas de dolor y desesperanza, pues mi historia es de Salvación. Tengo un Padre que me ama y ha puesto gente maravillosa a mi alrededor. A ellos y sus huellas en mi paso debo lo que soy. No me he construído solo, aunque a veces quiera pensarlo así (henchido de soberbia) y lo declare.
Al sentarme a orillas del río, veo a la corriente arrastrar muchas cosas. La primera fotografía que veo es la de mi hermana. María de los Ángeles, "la chata", ha sido para mí un pilar muy fuerte. Ella me enseñó lo primero y me dirigió en mis intentos de conocer el mundo nuevo. Cuando niño, su música, sus ideas, su fe, su alegría, su ánimo y la energía que caracterizaba su personalidad permearon mi suave mente en crecimiento. Ruyard Kipling le debía mucho al kinder; yo, a mi hermana.
Hay un hombre que creció a la par, aunque con procesos diferentes a los míos. Aunque el medio en que nos desarrollamos parece igual, las pequeñas diferencias marcaron dos personalidades distintas. Guillermo y yo somos primos, pero nos amamos como dos hermanos. Riñiendo mucho al principio, cuidando uno del otro después, solidarios y sinceros, llenos de afecto, nos acercamos poco a poco hasta que caminamos al mismo paso. El camino, aunque bifurcado, sieempre nos ha mantenido en contacto a través del bosque. Memo me ayudó a confiar en mí mismo y a entender que no todo se aprendía mediante letras.
Dos maestras marcaron una profunda impronta en mi arena. La primera de ellas, Rosario, estuvo conmigo en tercero de primaria. Me consintió mucho, debo reconocerlo. Comprendió que mi capacidad podría llegar más allá de donde yo sospechaba y me ayudó a potencializarla. Además, con mucha paciencia lidió con mi caracter impulsivo, berrinchudo y caprichoso. Julia, mi maestra de quinto, me rescató de una profunda depresión después de la abrupta salida de mi hermana de la casa. Gracias a su llamada de atención, mis padres comprendieron que yo debía ver a mi hermana y seguir tratándola.
En la secundaria tuve varios amigos. Cada uno de ellos contribuyó a formarme a su manera y conforme a sus posibilidades. Memo, Jorge, Ulises, Esaú, Ely, Adolfo, Javier y Johnny aportaron su granito de arena. En ese tiempo las pocas aventuras que corrí con ellos me despejaron la mente de telarañas. Algunos de mis temores, como la acrofobia, se superaron. La secundaria fue una etapa que disfruté bastante, un tiempo para dar muestras del futuro Otilio Ramón que ahora soy. (y que sigue 'under construction')
La primera novia la tuve en la preparatoria. Fue al principio algo como un amor platónico. Gracia a ella descubrí que podía escribir algunos versos. Entendí que no todo era ir a poner atención en la escuela, que el mundo no era un claustro. El mundo cambia cuando uno lleva una ilusión en el corazón. Pero yo no estaba listo para una relación y lo arruiné torpemente. Sin embargo, siempre tuve un recuerdo muy lindo de ella: de hecho, el mejor beso de mi historia lo viví con ella.
Julio y Oscar me mostraron la bondad de la amistad sincera. Su revelación y su camaradería me llenaron de luz el tiempo de mi prepa. Gracias a la alegría espontánea y contagiosa, a la locura mezclada de sensatez, a la algarabía de la fiesta de locos que armábamos juntos, mi vida tomó un rumbo de vigor y generosidad que no había tenido antes. Al menos no con tanta intensidad, debo admitir. Athos (ahora mi compadre), Porthos (un señor maestro) y Aramis (yo) fuimos inseparables hasta que la vida misma nos tomó por rumbos diversos y nos hizo ver que, aunque el amor sea fuerte, los lazos deben fortalecerse si no quiere perderse un día aquello que tanto significó para nosotros.
Es difícil no mencionar a Adriana. Fuimos amigos, luego novios, luego amantes, luego... nada. Con ella la ternura, la pasión, la salida al encuentro del otro, el compartir lugares y momentos se conviertieron en parte esencial de mi vida. En realidad, no sé exactamente cuando se volvió una obsesión-costumbre estar con ella. A veces uno sigue caminando cerca de alguien porque no tiene algo mejor que hacer, o sólo porque teme ir en otra dirección por uno mismo, o porque no se da cuenta que, ante tanto silencio, en realidad se va solo.
Galo y Balmori fueron mis hermanos más queridos, más buscados, más tolerados, más solapados, más tolerantes en mi etapa de seminario. Yo crecí como hijo único. Ellos me ayudaron a comprender y valorar una vida con más de un miembro en la familia. El respeto, la tolerancia, la comunicación y corrección fraterna, el juego, la alegría, el Cristo Vivo en cada hombre, en fin... la lista aquí sería interminable. Muchos procesos, ciclos, traumas y heridas se conjuraron en Celaya y ellos dos fueron piezas fundamentales en este rearmado de Otilio.
Thalía es la otra mitad de mi sol. Hay tantas coincidencias entre nosotros que podría escribirse un libro con ellas. Dudo de su éxito editorial, pero podría hacerse. Nuestra historia es peculiarmente bella, con todo y el final digno de novela de la Allende. El más grande aprendizaje que sus huellas me dejan es que el amor nace del conocimiento mutuo. Uno no puede amar lo que no conoce. El enamoramiento es (y debe ser) pasajero. Nuestras vidas se doran al calor del sol sobre nuestras mieses, cuando venga el tiempo de la cosecha cada uno recibirá lo que deba. Gracias a Thalía redescubrí mucho de lo que había olvidado con respecto a mí mismo. Cosas que alguien mucho tiempo atrás había despertado con sus rizos.
Oscar es una persona que conocí allá por mis mocedades. (mocosidades, debería decir) pero nos volvimos a reconocer hace muy poco. Me ha aconsejado, regañado, alivianado, confesado. Mucha de la vida que llevamos cada uno coincide. Así que somos bastante empáticos y nos llevamos muy bien. Sé que está marcando mi camino con su paso firme y alerta. Espero poder aprender cuanto pueda de la experiencia que tiene en cuestiones donde me declaro neófito.
Otro hombre que hace su camino conmigo por este tiempo es Gerardo. Gera, como sus amigos lo llamamos, vive la vida como una fiesta. Parece que nada le preocupa, parece que él controla su vida y todo está bien. Digo parece, porque detrás de todo eso hay algo más... lo sé. Dios no está muerto ni le importa el protocolo. En ese estilo a veces libertino adora al mismo Maestro que nos puso juntos para llevar un proyecto para él: JME. Dios es irreverente, no trates de volverlo un catrín estirado y mamón. No me lo dice, pero me lo muestra con sus acciones.
Hay muchas más personas que harían esta lista interminable. Tengo hermanos nuevos que apenas van haciendo contacto conmigo. Ale, Ade, León, Sue, Eri, Ari, Oscar, Erika... Hoy mismo debo reconocer que el buen Dios permitió que Caro figure en mi mundo, ahora como mi pareja, la princesa de mi corazón. Como sea, vendrán más y más hermanos de camino; sus huellas permearán mi corazón y algún día, cuando deva más edad y tenga canas los recordaré con gusto a orillas del río.
Mis cimientos son mis padres, por supuesto, este post está pensado en el resto de las personas. ¿Pensaste que los había olvidado? ... ¡Mira!, allá hay un árbol grande, mi madre lo plantó cuando iba en secundaria, junto a él, una pequeña tejabana con una hamaca que mi padre construyó. Allí suelo descansar cada vez que la vida me quiere matar el corazón.
Mi tiempo se agota y sé que tu mente debe estar cansada de tanto desvarío, querido lector. Te dejo continuar tu viaje. Yo descansaré un rato más, pensando en lo maravilloso que es poder agradecer a tantas personas haber ayudado a construir esta mi casa.
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- Si eres visitante esporádico, bienvenido y espero que te des tu vuelta de vez en cuando por acá.Gracias. Buenas noches... debo seguir mi viaje.
Y ahi siempre estaremos Coronel... nunca lo dude.
ResponderBorrarUn abrazotototototote fraterno.
Buen dia.
Como visitante esporádico y porque me gustó el post, vale la pena que me alegre contigo por todas las brillantes luces en forma de personas que hay en tu camino.
ResponderBorrarY felicitarte más que nada porque sabes apreciarlos.
Eso es ser buena gente.
Saludos Felinos.
Acho
Caray mi hermano, apenas hecho la hueva un ratito por la red, y cuando abro Avatares cotidianos me encuentro con un chingo de lineas cabronas por analizar y que comparte. Una disculpa porque sabe usted como he estado, examenes y hueva tambien la neta, o más bien desidia por cossillas que me pasan..
ResponderBorrarBueno empezemos. Antes que nada gracias por compartirnos como siempre casi toda su vida, es interesante y de gran agradecer el poder tener a alguien como usted; tan sincero, directo muchas veces, tan paciente cuando su estado de ánimo lo permite, y tan cabron y malhumorado desesperado, cuando su ánimo es inverso. De llemas mons :D y si que es un enamorado completo, enamorado al 1000% de la vida, de su ser que lo acompaña, de sus padres y familiares, de sus amigos, y de lo que en vida realiza a diario.
Espero que ésta reflexion sirva de mucho para que piense una cosita imnportantisima, y que explicare de mi persona en mi siguiente post,, me ah dado la idea...cual es, pues asi como dice que descansa en la orilla del rio, o en la hamaca construda por su padre, cuando la vida trata de acabarlo. Pues así tambien hagamos un analisis de lo que escribio,, creo que en la mayoria o si no en todos los casos de las personas que cruzan su camino y comparten algo de sus vidas, es algo bueno, es algo feliz, algo de que tomar bellos recuerdos. Digo esto por lo siguiente creo que ha sido tambien usted un consentido del señor, ha tenido la dicha de tener malos momentos pero creo son los de regla, porque de ahí en fuera todo ha sido muy placentero con sus cambios y procesos pero todo bien. Recuerde en tantas personas que le queremos cuando este en esos momentos desolados y fatigados, animese de pensar en que don otilio, es don otilio porque se lo ha ganado y lo ha hecho..
adelante caminante que la vida va, y nosotros seguimos...(usted me lo ha enseñado)........