03 enero 2009

Auguri




Comenzando el año. El 2009, según recuerdo decía en mi calendario esta mañana. Muchas cosas pasaron en el año que terminó, pero ya han sido consignadas aquí, después de todo. Además, dicen por ahí que lo mejor del pasado es la certeza y la calma que nos deja lo que hemos hecho. Los buenos y no tan buenos momentos quedan para engrosar un gran tronco del árbol de la memoria. Por lo pronto, el año que comienza trae muchos y nuevos retos para este navegante.

En primer sitio está la obtención del título. Me tiene dando vueltas la cabeza; aunque sé que pronto se podrá comenzar con los trámites, no deja de interrumpirme el sueño de vez en cuando. Lo complicado del asunto es, a fin de cuentas, la burocracia que hace de las suyas en este sitio, donde el tiempo es lo que más debe uno tener, aunque eso no siempre sea posible. Un cúmulo de paciencia se requerirá en estos menesteres que, por si algo faltara, no han comenzado aún.

Luego está un mejor horario y un salario un tanto cuanto más -digamos- oneroso. No es que pida ganar más de lo que necesito, pero siendo realistas, de seguir así, los sueños ibéricos se irán por la borda. Habrá que buscarse algo qué hacer, y que sea pronto. El plan es conseguir unas horas en la facultad, que aunque la paga sea un poco menor, viste más. Además, seguir con la plaza de inglés para facultades, y no descansar hasta juntar lo necesario. Currar para gozar, ése es mi afán.

Las preocupaciones de mi madre también me afectan. Dos principalmente: mi hermana y la casa de Oaxaca. Lo de mi hermana a fin de cuentas es más complicado que una misa de tres padres en latín. Está en chino sacar a Ángeles de lo que creemos es una situación casi insostenible. No hay peor ciego que el que no quiere ver... el único detalle es que a veces me pregunto quién es el ciego en esta historia de nunca acabar. Por otro lado, lo de la casa ya está en marcha. Mi padre no dejó lo que llamáramos una voluntad expresa para la casa, y hay que volcar esfuerzos para poner todo en orden. De otro modo esto estaría patas pa'rriba. Con perdón de las expresiones aquí usadas.

Pero bueno, este año parece comenzar bien. Con trabajo, salud, el cariño de quienes tengo cerca y el añoro de quienes permanecen alejados por las circunstancias de ese "pestino" que no nos deja en paz, al que no dejamos en paz. Mientras descubrimos la piedra filosofal, no queda más que agarrarnos de lo que podamos, nadar contracorriente y luchar como auténticos guerreros en esta aventura. No hay más, la vida es don y conquista. Feliz año, querido lector.


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