Me mataré

He vuelto a pensar en el suicidio. Nada sale bien. Dentro de las fiestas alusivas a este tiempo del año, Navidad y Año Nuevo son particularmente importantes. Pero siendo sincero, no me siento tan navideño como en otros años. Aclaro: no es el espíritu del "Grinch" que se me haya metido, ni que Santa Claus no me trajo lo que quería y, por tanto, vivo amargado y encerrado en mi torre. ¿Qué me pasa entonces?

Pues me temo que he llegado a un punto en el que las cosas que me hacían cierta ilusión se me han ido desgastando. De a poco me he ido atrofiando, o simplemente estoy en busca de una reconfiguración personal. (Vaya con la palabrota) Supongo que detrás de todas estas apatías e inquietudes está una búsqueda interior que puja por entrar a un primer plano. No estoy seguro de querer dejarla pasar...

En "El Alquimista", de Paulo Cohelo, un viejo rey le cambia el rumbo a un simple pastor. A veces creo que a mí ya me tocó esa experiencia, pero momentos como los que ahora estoy pasando me hacen reconocer que tal vez estoy lejos de ello. Las experiencias fundantes se distribuyen a lo largo de nuestros procesos personales. Estoy seguro de que me acerco a algo grande. Se siente en el aire y en la parsimonia que me llega hasta el cuello. Vivo en un hastío de vez en cuando. Lo pienso, lo siento, pero no hago mucho al respecto.

Solía rescatarme antaño. He perdido facultades o no encuentro la salida y me he rendido ante el dilema, el acertijo de mí mismo en esta ocasíón. Yo sigo despierto, sigo pensando que debo seguir con lo que la vida me presenta, y a veces me quedo perplejo ante situaciones que dejo que ocurran. No estoy del todo seguro de qué es lo que sigue. No tengo miedo, simplemente no experimento emoción intensa alguna. Estoy, en resumidas cuentas, envuelto en una pachorra extraña, nueva, confusa, caliginosa (si se acepta el término) y no sé cómo saldré de ella. He vuelto a pensar en el suicidio. Nada sale bien.

Tal vez tan sólo sea yo, mis paranoias y un poco de humor de los Santos Inocentes, querido lector. Sí, estoy bien... tranquilo y listo para lo que venga. Sorry for that!