01 diciembre 2006

Let it be

Durante mucho tiempo estuve atormentado por no haber cerrado un ciclo en mi existencia. Mi estancia en el seminario marcó una época y dejó una huella imborrable en mí. Gracias a esos años pude conocerme mucho mejor y crecer a un ritmo que, de haber estado en otro sitio, tal vez no habría tenido. Sin embargo, llegó un momento en que el fin de mi estancia allá se evaporó. Ya no era feliz y encontré que mi corazón latía por otras tierras, otras latitudes. Mi proceso seguiría en otro lugar.

Así lo entendí en su momento y salí del seminario. Pero no salí del todo, pero me puse trampas que me hacían caer, volver sin estar ahí. Estaba a veces viviendo una vida a la que yo mismo no había encontrado adecuada para mí. Con diversos y pequeños detalles me hallé atemorizado, rodeado de culpas y tensiones porque no había sabido cerrar un ciclo en mi vida. Porque no había soltado a la Escuela Pía como era debido.

Así, luego de unas semanas de replantearme mi espacio, mi ruta, mi misión y mi concepto de Dios; logré identificar que mi vida ha llegado un punto en que yo quiero crecer, dar el siguiente paso en mi proceso de maduración.

En primer término, cerré el ciclo y la página del seminario en mi historia. Agradecí cuanto tenía que agradecer; solté las creencias que había que soltar, las ideas que -arraigadas en mi interior- habían colapsado y necesitaban ser renovadas; me disculpé por aquello en lo que me equivoqué; dejé que mi corazón se desahogara, se reencontrara a sí mismo y pudiéramos salir de aquél cuarto con una visión nueva de la historia. Lo dejé ir.

Ahora estoy lleno de temor, de vértigo, de incertidumbre. Estoy frente a lo que me parece un abismo... aunque tal vez no lo sea tanto. Durante estos años he estado dependiendo de lo que alguien más pueda pensar, opinar, sentir, apreciar de mí; mis decisiones han tenido una parte de cogratulación porque responden a las necesidades de quienes yo quiero. Había hecho de Dios una hada mágica que ponía las cosas en su lugar, a su debido momento. Un padre con un niño de dos años cargando en el regazo, dispuesto a poner todo...

Mi incertidumbre se da ante el Dios que he descubierto. Un padre que te ayda a librarte de tu tendencia a apoyarte. Dios me quiere soltar la mano, desea que camine solo... y -como cuando deseché la bicicleta- tengo miedo de caerme. Pero ya estoy aquí, y no quiero quedarme contemplando nomás, así que estoy reuniendo todo el valor del que soy capaz para afrontar esta nueva etapa.

No soy un sabio, no soy perfecto. Estoy en proceso de maduración todavía y eso se siente bien. Está bien saber que todo lleva una secuencia y que, así como yo puedo tomar mis decisiones, yo tengo que afrontar las responsabilidades que de ella emanen. Quiero seguir al corazón, a la voz de Dios dentro.

Me voy a equivocar, recompondré el camino. Me voy a caer, tendré que levantarme. Me dará mucho miedo, Él estará ahí... -aún no sé bien como- Viviré el vértigo, siempre habrá una pastilla. Lucharé y me fatigaré, me lastimaré, me encontraré otras veces, me detendré a respirar y volveré a luchar. Quiero vivr, aunque eso sea un riesgo y no esté acostumbrado a correr riesgos.

«Éxodo» toma un nuevo sentido para mí.


1 comentario:

  1. Aja jay. Que chingon post.
    Primero lo primero.
    Perdon por no haber comentado antes porque he estado atareado y algo ocupado, pero ya sabes hermanote siempre estaremos acà con el permiso de Dios.

    despues lo segundo :=) jeje que chingon comentario, me llaman la atención 3 cosas la primera, me late su vision de esta etapa y tomando cosas pasadas, la forma en que las proyecta. Tan reales, tan simples y como ahora se resuelven tan sencillamente, soy testigo de su proceso. luego la otra, de que es cierto que los comentarios y mensajes de los seres que lo rodeamos influyen bastante, tienen pros y contras, me gusta como ahora los visualiza.
    la tercera y mas chingona es la forma en que ahora Dios se manifiesta en ti, creeme que me recordo mucho esta ultima parte a lo que me paso a mi, tu lo sabras. donde dices que el padre te ayuda, te brinda la mano, que sabes que maduraras aún más, que sabes también que caeras y como lo debe pork eres chingon, te levantaras una y mil veces, tienes miedo como todos al futuro al vértigo.

    gracias por ser sincero y compartirnos esta parte de ti.. saludos hermanote

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