02 septiembre 2006

Ven

Déjame verte así, como soñada,
rodeda de esa tormenta que es tu pelo,
acariciando el aire con tus dedos,
sonriendo y con tu cara iluminada.

Un roce de esos fuegos
suaves, tibios y dulces,
el actuar de tu voz, aunque callada.
Tímida y bella flor tan perfumada.

Acaricio tu rostro y te dibujo
mientras la luz que irradias me fascina,
El aroma que emana de tu cuerpo
elixir embriagante que me anima.

Toca mi mano, enciéndeme en tu dicha,
vayamos, despleguemos nuestras alas,
quiero volar contigo y abrazarte
hasta llegar al sol que nos cobija.

¿Vendrás acaso en este vuelo al sol?

3 comentarios:

  1. Coronel... veo que está cantando...

    Un receso en la "guerrilla"... todos lo necesitamos :D

    Buena noche Coronel.

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  2. Lo admiro, en serio.
    Coronel, usted es un hombre justo, de muchas palabras cuando toca expresar algo, y de pocas, rapidas y mortales frases y letras, cuando está en batalla, como los grandes caballeros y valientes guerreros, sabe luchar pero tambien sabe amar, y con entera aferracion. Aprendo cosas nuevas en la vida, y voy entendiendo la aferracion por un amor, un alguien, un todo. la capacidad y fortaleza de un buen corazon. adelante master nunca perderemos la esperanza...

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  3. Un canto del espíritu no hace tanto daño como el que imaginamos. Es más, lo considero necesario cuando el corazón se desborda.

    Me alegra que les guste :D

    Vino de una serie de mensajitos subliminales que llegaron a mi celular. Dios lucha nuestras batallas, eso también hay que cantarlo.

    Y por cierto, si puedo plantear una pregunta: Coronala, ¿por qué llorar?

    Un abrazo fraterno

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