22 mayo 2008

Preámbulo

2 y 2 son 4, 4 y 2 son 6; 6 y 2 son 8 y 8, 16. Ja, ja, ja. 

2 y 2 son 4... 2 y 4, 24. Sí, 24 preciosos añitos a cuestas me cargaré desde mañana, oficialmente. No he de contar aquí la historia sobre la aventura que significó venir al mundo, con todos los sacrificios de mi madre, la emoción de mi hermana y el gusto de mi padre. Más bien contaré aquí que, por primera vez en mucho rato, un cumpleaños no me hace tanta ilusión, no me llena de gusto estar a punto de celebrar el 23 de mayo. Hace 14 años que no estaba tan "embajona'o", dijera Charlie. No estoy bien en este sitio, aún cuando parece que pronto terminará, me parece que el tiempo restante corre lento cuando quiero que se apresure, y va a prisa si quiero deleitarme en compañía de alguien. Estoy fragmentado en estos días... 

Mi desequilibrio se origina principalmente en la etapa del proceso en la que estamos. Ahora ya estoy cansado, han sido meses extenuantes, y el camino se tornó cuesta arriba por momentos. Estoy lejos de casa, y la necesidad me orilló a construirme algo que pueda llamar hogar en este sitio. No fue fácil, pero con un poco de paciencia y algo más de chiripa lo conseguí. Y justo cuando parecía que podía sobrevivir en este lugar, me cortan el rollo diciéndome que se acabará pronto, que por más bakán que pueda sonar haber hecho amigos de varias partes del globo, no volveré a verlos en mi vida. Así, uno no puede precisamente estar al 100% para celebrar su cumpleaños.

Últimamente he estado recordando a mi padre... más de lo que lo había hecho en todo el semestre. Hace seis meses que está en la Casa del Padre, aún no he sentido el dolor de su ausencia porque a final de cuentas, he estado aquí desde septiembre. Hoy comienzo a sentirlo, a saber que no habrán un par de brazos para recibirme, que su palabra se quedará en mi memoria, pero no vendrá a mí más. Vivir de recuerdos, un síntoma de mi edad, empieza a ser doloroso. No quiero vivir de recuerdos... hasta que sea estrictamente necesario. 

En ocasiones me siento más viejo de lo que soy. Otras, me quiero hacer el valiente y hacer cosas que un chico de mi edad ya no hace, como quedarse toda la noche despierto, viendo caricaturas. Pero es parte del proceso de saberme mayor, de tener que tomar las riendas de mi vida. No creo que haya estado tan jodido, pues he llegado hasta aquí en buena parte gracias a las pequeñas y grandes decisiones que he venido tomando desde hace tiempo. Puedo hacerme cargo de mi vida, salir adelante y lograr lo que sueño, al menos una parte de ello. Me siento orgulloso de lo que tengo hoy por hoy... me duelen las piezas de mi corazón que se han desvanecido... me ilusiona lo que está por venir, y también -a veces- me asusta. 

Como dijo el Pablo, "a las balas, el pecho." Mañana cumpliré 24 años y hay que estar a gusto. No es fácil... esta noche quisiera poder velar las armas, centrarme de nuevo y saber para donde sigue toda esta vorágine. Si hay que darle sentido al caos que a veces siento a mi alrededor, creo que mañana sería el momento oportuno. ¡Qué bien me haría estar con mi gente! Pero luego me doy cuenta que al abrir mi corazón, dejé que esta gente sea MI gente también. 

Domani, domine, domani... sed domani non est... credo.

2 comentarios:

  1. NO SABÍA QUE EL VIERNES FUE TU CUMPLEAÑOS... AUNQUE SEA ATRASADO... ¡¡¡¡¡HAPPY BIRTHDAY TO YOU!!!!!... BESITOS MONSTRUO...

    ResponderBorrar
  2. no me presumiste tu cumpleanios u.u

    feliccidades

    pss chille como los hombres

    ^-^

    besos

    ResponderBorrar