Dentro de la producción poética del maestro Jaime Sabines, me encontré cierta noche con este poema que me evocó tiempos muertos que de pronto volvieron a la vida. Me dejó con ganas de llamar por teléfono a un número que ya no existe en mis haberes; de escribir una carta a una dirección que se perdió en el tiempo mientras dejaba -eso creí- de amar, de sentir y de soñar.
Hay veces en las que los universos coinciden y las hadas dejan de danzar frenéticamente, se detienen a contemplar a los amantes y, extasiadas, se van durmiendo para soñar con sus propios amores, sus idilios cerrados a nuestro entendimiento. Las hadas nos dejaron y parecióme que todo estaba dicho. Luego que no... que sí... ya no lo entiendo, pero tampoco quiero volver a ello. (No con la misma intensidad que antes, al menos) Así estoy hoy -en esta noche- con las hadas durmiendo y los sueños despedazados por el suelo. Las persianas dejan pasar la luz muy tenuemente... así como mi corazón lo filtra todo y se resiste a volver a creer ciegamente.
Y en fin... nos quedamos, pues, con este poema que encierra un poco de las amarguras y pesares que el amor nos puede dejar a su paso por nuestros caminos. Los universos una vez unidos, cuando se alejan no vuelven más, como dijo una canción por ahí. Sin más, helo aquí.
TE QUIERO PORQUE TIENES....
Te quiero porque tienes
las partes de la mujer en el lugar preciso
y estás completa.
No te falta ni un pétalo,
ni un olor, ni una sombra.
Colocada en tu alma,
dispuesta a ser rocío en la yerba del mundo,
leche de luna en las oscuras hojas.
Quizás me ves,
tal vez, acaso un día,
en una lámpara apagada,
en un rincón del cuarto donde duermes,
soy la mancha, un punto en la pared,
alguna raya que tus ojos, sin ti,
se quedan viendo.
Quizás me reconoces
como una hora antigua
cuando a solas preguntas, te interrogas
con el cuerpo cerrado y sin respuesta.
Soy una cicatriz que ya no existe,
un beso ya lavado por el tiempo,
un amor y otro amor que ya enterraste.
Pero estás en mis manos y me tienes
y en tus manos estoy, brasa, ceniza,
para secar tus lágrimas que lloro.
¿En qué lugar, en dónde, a qué deshoras
me dirás que te amo? Esto es urgente
porque la eternidad se nos acaba.
Recoge mi cabeza. Guarda el brazo
con que amé tu cintura. No me dejes
en medio de tu sangre en esa toalla.
Fé de-ratas... El autor se me despistó (tan jodido es escribir de noche) y puse otro... ahora ya está bien. Gracias Oscar. Hermano....un abrazo solidario y fraternal.
Qué entrada maestro, para mi que estoy y no sé si sigo.
ResponderBorrarMe quedo esto que escribiste: "Los universos una vez unidos, cuando se alejan no vuelven más." !Caray¡.
No andes medio melancólico hermanote, no lo estés o está por completo, ese es el placer del sufrir.
Gracias, mastro.
ResponderBorrarCorregido y anotado... te has ganado un 10
Ahh Sabines, que bello, bellísimo amm. JOJO cuidado con las hadas que también rondan en los estómagos de las gentes que viven toda la vida enamoraas, yep.
ResponderBorrarAAAAJÁ, se supone deberías estar escribiendo sobre el arduo trabajo que te está costabdo atrazpar a mi ardilla, quiero mi ardilla, quiero mi ardiiiilla jaja.
Ah y con lo que respecta en mi confuso post, pues nomás fue pura emoción por la musiqueta.
Besoo hasta kalamazoooooo
faries wear boots... xP
ResponderBorrarsaludos ^^
ya que andas de atrapa ardillas
ResponderBorraryo te encargo un mapache
porq haya donde vives ahi muchos mapaches *o*
Me encantaría poderte atrapar a la Diega su ardilla y a mi Assilem un mapache. No voy a correr por medio campus... mejor les ofrezco una noche pasión y desenfreno a cambio... jajaja. No tiene mucho que ver, pero es satisfactoria de cualquier modo.
ResponderBorrarUn abrezo para las dos.