12 enero 2016

El amante hablador

Un amante estuvo durante meses pretendiendo a su amada sin éxito sufriendo el otro padecimiento de verse rechazado. Al fin su amada accedió: «Acude a tal lugar a tal hora», le dijo. 
Y allí, a la hora fijada, al fin se encontró el amante junto a su amada. Entones metió la mano en su bolso y sacó un fajo de cartas de amor que había escrito durante los últimos meses. Eran cartas apasionadas en las que expresaba su dolor y su ardiente deseo de experimentar los deleites del amor y la unión con ella. Y se puso a leérselas a su amada. Pasaron las horas y él seguía leyendo. 
Por fin dijo la mujer: «¡¿Qué clase de estúpido eres?! Todas esas cartas hablan de mí y del deseo que tienes de mí. Pues bien, ahora me tienes junto a ti y no haces más que leer tus estúpidas cartas».


«Ahora me tienes junto a ti», dijo Dios a su ferviente devoto, «y no haces más que darle vueltas a tu cabeza pensando en mí, hablar acerca de í con tu lengua y leer lo que dicen de mí tus libros. ¿Cuándo te vas a callar y me vas a probar?»


de Mello, Anthony, El canto del pájaro, Sal Terrae, México, 1982, p. 135

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