18 noviembre 2010

Qué tal durmió

A veces me pasa que me despierto de madrugada sin saber dónde ando, o para dónde voy... me ha pasado a menudo últimamente. Mi corazón parece estar un poco confundido ante los eventos más recientes. Como que estoy pasando por una fase que no logro comprender y tengo un tanto miedo ante tantos cambios. ¿Qué te parece, querido lector? Estoy temeroso de lo que viene delante. 

Hasta ahora todo ha probado ser bueno. La mano del Padre ha sido generosa con su hijo más rebelde... aún así temo que un día toda esa alegría se pueda ir... o al menos se pueda empañar. Como si Dios estudiara mis movimientos con la firme intención de prepararme una celada y hacerme caer, por fin, en un sitio que jamás advertí que llegaría. Pero estoy algo fúnebre, y muy paranoico hasta para mí. 

Los sueños están llenos de verdades. Ahora que se me quita el sueño, ¿será que tengo un poco de verdad y lo que me queda es lo que no recuerdo porque ya se me fue el sueño? o ¿simplemente podré ver la verdad mientras estoy despierto? ¿La verdad... qué era? Después de escribir algunas partes de la revista publicitaria de nuestra escuela, no sé qué es verdad y qué mercadotecnia. Me sentí algo asqueado. Mercenario de letras y prosas; como si no importara... ¿y la musa? Tal vez por eso escribo ahora –me ha habrá ya perdonado. Espero.

En fin. A mí se me va el sueño en estas épocas recientes. Exagero. Luego vuelve y duermo más. 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario