09 septiembre 2010

Letargos

A veces nos encontramos con situaciones que nos rompen la sagrada rutina. A veces deseamos que esa rutina jamás se rompa. Otras veces no aguantamos más la rutina que nos sofoca y destruye lentamente. Yo sé que siempre debe haber un equilibrio entre esas dos fuerzas llamadas riesgo-aventura y seguridad-rutina. Últimamente no he tenido nada de eso.

Comencé a sentirme atrofiado desde hace algún tiempo. Pero creo que la gota que derramó el vaso fue la planeación (o más bien la falta de ella) de este semestre en el trabajo. Mi obligación se cumplió a medias, en parte porque me fue más cómodo esperar a que los dueños-directores dijeran qué hacer; en parte porque no me apetecía en lo más mínimo trabajar con Juliett. Tal parece que hice algún comentario con Ade que le molestó. (...)

Y todo eso se notó. Como aquel personaje de James Joyce (creo) que afectaba el clima con su estado de ánimo. La escuela no fue la misma simplemente. Nos fuimos rompiendo poco a poco en medio de una rueda de molino que no dejaba nada bueno. Pero bueno... algo bueno había que sacar de todo eso. ¿No?

Me llamaron la atención. Los libros y su tardanza gracias a mi displicencia y su falta de atención fue el problema principal. Aparentemente hay que dar gusto a dos polos opuestos. Eso cuesta mucho trabajo. En un primer momento pude hacerlo, pero luego me empecé a cansar y luego vino el hartazgo, luego la desidia y al final simplemente me invadió una extraña especie de fiaca paralizante... o algo así. Pero la llamada de atención, lejos de tronarme, me motivó. Me dije a mí mismo: "Tenemos que vencernos para vencer."

Estoy en un proceso de reinvención Es gracioso. Trato de ser más ordenado, tener más relación con los maestros, una convivencia más amable y armoniosa con las personas de administración. (Pero sigo firme en mi postura de que los chismes me tienen hastiado) En mis clases he diseñado un programa, una lista de hojas extras y les he pedido que hagan un portafolio con sus escritos. ¡Un portafolio! Cuando hace siete meses no era capaz de encontrar mi lista de asistencia en ocasiones...

Voy creciendo. Con más orden y otras cosas. Cuando me llamaron la atención, quedamos que estaría un mes y que, si mi trabajo les complacía, ellos decidirían si seguir conmigo o no. Después de todo, ellos me dijeron que pensaban que era bueno tenerme como maestro. Así que no creo que perdería mi trabajo completamente. Veremos en un mes qué es lo que pasa.

Por eso no había escrito. Trataba de resolver lo que estaba pasando en mi interior... acostumbrarme a tener otras dos personitas en mi casa. (Mi hermana y mi sobrina viven ahora con mi madre y yo) Decidir si quería continuar haciendo lo que hacía o cómo podría mejorarlo, etc... siempre es importante evolucionar.

¿Recuerdas a Ikki, querido Lector? Aquel caballero de Atena que se iba al volcán para sanar y fortalecerse en la "Isla de la Reina Muerte"... Pues haz de cuenta que estaba en eso.

Pero ya estoy de vuelta... el próximo lunes nos veremos por estos yermos, para que reverdezcan un poco. 

...parasti in conspectu meo mensam adversus eos qui tribulant me...
Ps. 22,5 

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Post dedicado a la memoria de Don Germán Dehesa. Hombre de letras y sapiencia que inspiró junto con Guillermo Ochoa este espacio de locura y catarsis. 
Descanse en paz.

1 comentario:

  1. Hermano, esto del trabajo apenas lo puedo comprender desde mi experiencia, pero te comprendo al 100% por lo demás y lo de menos. Ya quedaron los recibos, siempre sí fue en Leyba. je. Eso de ir al 100% Natural me complació mucho, luego esos tacos enchilados nos completaron el día feliz.
    ¡Qué decirte! Entregas tu conocimiento, sabiduría y liderazgo a la escuela. Se darán cuenta o se arrepentirán algún día.

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