20 julio 2010

un mes

Un mes ajetreado. Lleno de tristezas, de locuras y aventuras, de nuevas experiencias. Estos días han sido una transición entre el quisiera y el ya está. He tenido que renunciar y dejar, para poder "aprovechar" y "tomar". A veces sólo me pregunto qué es realmente lo que "aprovecho" y lo que "tomo". Después de todo, hace mucho que no estoy genuinamente contento en el espacio laboral, que me siento en una pausa caliginosa, borrascosa, pegajosa, incierta, tenebrosa e inquietante. De aquí a dónde...

1. La chamba se puso pesada de pronto porque había que tener todo listo antes de que se fueran los directores en sendos viajes a Canadá. No tuve mucho descanso pero al menos hubo algo en qué entretenerme y dejaba que las cosas se fueran llevando. A veces es mejor quitarse del camino para dejar que las cosas fluyan por sí mismas. Es una lección de humildad que tuve que aprender. Otra fue: deja que cada uno saque provecho de sus talentos en pro del bien común, de otro modo terminarás amargado, extenuado y resentido con los que "no te ayudaron". En resumen: Delega y organiza. Luego observa. 

2. Las cosas del lado sentimental no cambian desde hace muchas lunas. Muchos lunes también. Después de alguna que otra peripecia de la que salí apenas librado, llego a casa con la lluvia a mis espaldas como agujas. Miro el atardecer y trato de distraerme con lecciones sobre cumulo nimbos aprendidas en la secundaria. Miro parejitas por aquí y allá y –aunque no los envidio– me causan un vuelco que no explico en mi panza. Hace diez meses de mi última nieve de nuez. (y me la comí solo mientras observaba la palomas como todo un John Nash de pacotilla)

3. Mi hermana y su hija reventaron. Siempre dije que lo que necesitaban era alcanzar una situación límite para que la rara vida que llevaban en ese sitio donde vivían se terminara. Tras algunos gritos y sombrerazos. Mucho drama y algunos dimes y diretes con la familia de mi cuñado aderezaron el pastel. Hoy mi hermana vive en mi casa. Ambas ocupan el que fuera mi cuarto. De pronto la casa se ha llenado de trebejos, sueños rotos, esperanzas, malos recuerdos e incertidumbre ante el futuro. Mi madre se puede hacer cargo de ellas, pero espero que no tenga que hacerlo. Después de todo ellas tienen un tipo que debería hacer de proveedor (o lo más cercano a ello) 

Ya hablaré más al respecto en un post. Hoy mi madre me preguntó como me sentía y tuve que medir mis palabras para lograr el mejor efecto en ella: "Todo va caminando, es cosa de darnos cuenta de qué queremos y cómo lo vamos a conseguir y luego poner manos a la obra." (No puedo creer que haya citado casi de memoria a un senador de hace años)

En fin... lunes. Hace un mes que no me venía por aquí. Hoy sí. Hoy toca :) y me gusta que hoy toque. 

3 comentarios:

  1. Así es esto de la vida....

    Aveces pareciera que duele mas de lo que uno quisiera soportar, pero en el camino andamos...

    ResponderBorrar
  2. ha si, lo olvidaba:
    creo que ya me gustan los lunes!!

    ResponderBorrar
  3. Cuando las cosas empiezan con L maestro...
    Es difícil esto de ser humano.

    ResponderBorrar