09 octubre 2007

Ogacihc

Las fotos se perdieron. La experiencia y el sabor percibido siguen dando vueltas por mis sentidos cada vez que quiero, pero no puedo transmitirlo a mi querido lector aunque quisiera. Chicago es una ciudad viva, espontánea, nueva y cambiante, además de fascinante. Sólo vi una pequeña prueba de la ciudad, de la gama de sitios y actividades que ofrece, pero fue suficiente para volver contento.

No quiero un crónica esta vez, sólo la reflexión que me deja el hecho de haber visto y oído como la comunidad hispanoparlante sigue creciendo en esa ciudad, como de pronto era más el español que el inglés, sin que por ello dejara de ser Chicago: eso le daba el toque cosmopolita.

Caminamos y caminamos... comimos una pizza más gruesa que ninguna que haya comido jamás, navegamos en un bote una ciudad cuyos rascacielos parecen desafiar cualquier ensueño. Tuvimos tiempo para una carrera, un café y el sueño en paz sobre el césped de un lugar hermoso, un parque con una escultura salida de la inventiva de algún hombre por ahí, no sé.

Sólo unas pequeñas pruebas de esto y lo otro. El helado es distinto -prefiero lo que encuentro en La Soledad- y los bancos son universales... jodidos aquí, allá y acullá. El sistema se cae, no reconocen las tarjetas... todo da igual. ¡Tarados!

Debiste haberlo visto... lo verás algún día, aunque no sea conmigo.

1 comentario:

  1. Hola amiguin! Q padriurix que estes conociendo mushos lugares, que estes estudiando y aprendiendo cosas nuevas, para que cuando vuelvas podamos ir a tomar un chocolate con pan de yema y nos platiques mucho a osi y a mí. Cuidat musho, se te extraña por acá pero todo esta de pelos peludos.

    P.D. Por cierto le caí muy bien al profesor Joaquin :)... bye

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