Mi gente en Oaxaca aún es pequeña y peregrina. Cada mañana que salgo al trabajo observo a los transeúntes y a los que suben y bajan del camión... los gestos de generosidad que -aunque pocos- se sienten como un aire fresco, como la visión del cerro de San Felipe cargado de nubes en la punta.
Hace unos días estaba en el camión, dormitando alerta (!) y miré a una señora con su hija de unos cinco años. Subieron. La mujer cargaba su bolso, una mochila, dos rollos de cartulinas y hacía peripecias para sacar el dinero del pasaje. Un hombre se levantó y le dijo a la niña que se sentara, sacó una moneda de su bolsillo y pagó el pasaje. La señora, sorprendida, lo miró sin saber ni qué hacer ni qué decir. El hombre sonrió y le dijo, "siéntense, por favor." A veces la vida nos regala actos de bondad.
Ser amables no cuesta nada. A final de cuentas hacemos nuestra vida más larga y contribuimos al buen karma. Lo que das, vuelve en cantidades infinitas. A veces no parece que llegará el día en que todo sea recompensado, pero sabemos que de algún modo –casi siempre inesperado– tendremos un momento de satisfacción.
Como maestro, esos momentos vienen de formas variadas y alegres. Hoy, por ejemplo, mis alumnos del grupo de inglés 3 tomaron un examen. Ellos a veces se tardan alrededor de 50 minutos. Hoy la última alumna se fue 45 minutos después de empezar el examen. Vi como lo contestaron con relativa facilidad. Me dio gusto saber que ahora saben algo que no sabían, que utilizaban las fórmulas y consejos que les había dado... La vida nos sonríe así. Por eso me gusta ser maestro: hay algo que se queda, algo que uno pone a cambio de lo mucho que recibe.
En mi trabajo habrán cambios. La crisis económica nos alcanzó por un cálculo mal hecho por parte de los directores y nos perjudicará a muchos. Sigo siendo coordinador, pero ahora me necesitan más en una posición de maestro a tiempo completo. No pueden pagar mi sueldo y me ofrecieron dar clases para que el sueldo no baje tanto. Además, las horas que pase en la coordinación se me pagarán como horas clase. No me duele... al contrario. Ser maestro es parte de mi esencia.
Dios dirá. Por lo pronto me traje los libros para estudiarlos en el fin de semana. Haré la planeación de la mitad del semestre de un inglés 1, un inglés 5 y un inglés 4. Así que daré desde inglés 1 hasta el 5 :) Me gusta. Es un reto interesante porque las actividades de la coordinación siguen a mi cargo. A ver como funciona este experimento para la Academia.
Así, llegamos a muertos. Después de un octubre intenso, rápido... Volvemos a las fuentes y tal vez vaya a la tumba de mi padre, como un acto de homenaje, como un reconocerlo como la presente ausencia en esta mi vida. ¡Cómo quisiera su consejo en medio de toda esta vorágine de contradicciones y deseos al borde del abismo!
Tal vez también necesito alguien en donde reposar el corazón... mas ¿quién?
Hola Ramón!
ResponderBorrarQuizá me recuerdes, quizá no, me gusta leer tus textos en donde expresas el gusto de ser maestro, aunque tú te desempeñes en otro ambito algo distinto al mio, es un gusto saber que existe gente preocupada por querer que las personitas a las que les damos clases se lleven nuevas enseñanzas :)
Saludos y en hora buena!