Tutti Fruti

... cuando yo me muera, que me cremen y me guarden en una latita de Nido. Así la gente dirá: "¡¡este chico era la leche!!"... (frase con dedicatoria para Carlos Subirá)

Me duele la cabeza porque tengo hambre. No sé bien qué provoca este efecto. Tampoco me muero por saberlo, así que supongo que quedaremos en paz. Ni el enigma me mata, ni yo lo aniquilo con el saber de la orden de los wiki. Pero de que me duele la cabeza, me duele... tal vez deba ir a comer algo. No puedo. Mi tía y prima están de visita... Me siento como aquel niño del chiste:

"Era un señor que va a visitar a una familia amiga suya. El hombre llega más o menos a la hora de la comida, para así ser invitado en el momento justo. El tiempo pasa y pasa, y no ve señales de invitación, ni de comida, ni nada. Un tanto desesperado, le pregunta al niño: '¿y a qué hora se come en esta casa?' El chico, avispado con ojos brillosos, le contesta: 'No sé... dice mi mamá que a la hora en que se vayan las visitas'"

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Ya comí, de hecho comí muy bien. Un plato de calabacitas guisadas con cebolla, tomate y cilantro; un plato de queso de puerco en cubitos, bañado en salsa valentina (r) y unas tortillitas. Luego, nos fuimos a la novena del Niño Doctor. Y ahí comí unos taquitos de salchicha con un aderezo de chipotle. Fue muy rico.

Sigo oyendo a Metanoia. Tiene dos o tres rolas padres, como para poderlas tocar nosotros. Tenemos menos instrumentos, pero están las ganas... eso es algo importante. Y también estaremos tocando algo de Glenda, la cantautora chilena. Ya iremos viendo toda esta maravillosa reinvención de cantos. Acabaremos con el doble de los que ya teníamos, es una meta. Ojalá se logre realizar y que Dios nos socorra.

Hay ciertas señales que me han confundido ultimamente... ya haremos un post al respecto. Por ahora baste decir que estoy con sueño, ya no hambre... hasta aqui llegué.

Mañana veré cine japonés con mi hermano ¨Óscar¨