¿Genial y maravilloso?

¿Hasta que punto podemos hablar de equilibrio en las relaciones de intercambio escolar? En alguna ocasión me tocó quejarme del bajo nivel de español que los alumnos extranjeros traían a la UABJO. Teníamos que alterar nuestro lenguaje, la velocidad... en fin. Hubieron ocasiones en las que, de nos ser por el uso del inglés, no habría podido hacerme entender.

Aquí es un mundo diferente. Tomo clases con compañeros norteamericanos, tengo que estar a su nivel para sobrevivir, o de otro modo, simplemente esto no funcionará. Este semestre escogí una materia en la que participan compañeros de tercer y cuarto grados, personas que han estado estudiando psicología desde hace tiempo. Hay que participar, así que de un modo u otro debo decir algo acertado en medio de quienes ya están al tanto de lo que pasa en clase.

Pero he aquí algo peculiar: En algunos momentos me ha parecido que algunos de los compañeros pasan de noche por la clase. Hay otros que simplemente preguntan cualquier cosa, consiguen su "participación" y se acabó. Me ha dado la impresión de que el estudiante norteamericano promedio tiende a quejarse y ser desidioso. Una de mis alumnas en los laboratorios me llegó a decir: "los 'americanos' somos flojos, no nos interesa". Es verdad.

La sociedad norteamericana vive en una condenada burbuja. Nos ha sorprendido saber que algunos piensan que México es igual a Tijuana, y nada más. (O Cancún, que en mi humilde opinión no es un reflejo del país) Que no saben que existe en España un movimiento terrorista llamado ETA. Que no conoce su propia historia y no busca saberla. ('History' es considerada una selección de estudios inferior a las demás) Que fuera de lo que la televisión les dice, nada es o puede ser verdad.

Nosotros tenemos que adaptarnos a determinadas reglas e inconvenientes lo más pronto posible para estar aquí. Luego, lo más deseable es que los estudiantes que llegan a nuestros países tengan que pasar por ese mismo proceso de adaptación. Y nos encontramos con una situación muy diferente. No hacemos más que aumentar su desidia y desfachatez. (El trabajo por el trabajo tiene poco sentido y resultados artificiales)

Muchas personas me dijeron que venir aquí cambiaría mi vida, que era una gran oportunidad... bla, bla, bla. Pero gracias al cielo hubo una persona sabia que me supo poner en la tierra. Kalamazoo College puede ser una escuela importante, pero a veces me pregunto si no estaría aprovechando más mi tiempo en México. Las materias que estudio son geniales, pero no tienen validez en mi carrera. La práctica del inglés puede ser interesante, claro. Pero a final de cuentas ese contacto se puede tener en México si consideramos las grandes colonias norteamericanas que viven allá.

Tal vez valga la pena tener un intercambio donde, además de practicar el idioma, pudiéramos estudiar aquellos cursos que nos den mucha más experiencia y conocimiento afín a la carrera que hemos escogido. Ojalá se den más becas, sí, pero becas con más ambición que "estar en Estados Unidos".

Aclaro que lo dimensiono y sé que esto no es cualquier bicoca. Agradezco haberme topado con esta oportunidad que me ayuda a expandir algo más horizontes y sueños, aclarar verdades y redimensionar muchas otras cosas que parecían seguras. Sobre todo agradezco a la vida el conocer un sinnúmero de culturas en un sólo sitio, con tan sólo abrir las manos, los ojos y el corazón. Estos dos factores me parecen intocables. El resto no me ha satisfecho (sin sorpresas, debo decir) del todo. Aunque quedan dos periodos más, veremos...