Siento como si algo no estuviera en su lugar, como cuando te sientes mal de la panza porque comiste mal, o como cuando te duele el pecho después de haber corrido una gran distancia... algo así. De pronto me doy cuenta de que estoy ido. Ni siquiera me fluyen ideas a la cabeza en este momento, no claras, al menos. Y duele saber que no hay más historias que contar....
Bueno, pues o acepto mi realidad y este 14 de febrero tan sui generis o pretendo que nunca pasó y retraso mi calendario dos días, hasta el jueves, cuando festejemos ... lo que sea que vayamos a festejar.
Pero tú me conoces, sabes que mi día no fue trágico, yo puedo serlo, y sin embargo encontrar el momento luminoso: el gesto que tú hiciste al recibir a mi amiga; eso me alegró mucho, de verdad; y después de todo, tu sonrisa valió la pena. Dios te guarde, señorita.
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